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sábado, 4 de octubre de 2014

Los sacrificios y sus diferencias entre los muchos sacrificios demandados por el Señor: Algo que debemos saber

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información


            La Explicación de los Sacrificios (Deuteronomio 12:5-7)

Vamos a presentar algunos temas importantes que debemos aprender, de la aplicación de los sacrificios y sus diferencias entre los muchos sacrificios demandados por el Señor. 

A pesar de la similitud, se pone de manifiesto, el carácter único de cada uno de los sacrificios cuando se estudian más de cerca.

Se estudiará cada sacrificio, su ritual distintivo, los animales, granos y líquidos que se requerían. Se dará una definición de la naturaleza sacrificial de la adoración y de la expiación, y su distinción. Veremos que hay una clara relación entre los sacrificios y la Ley de Moisés. La Ley es la que establece la diferencia entre la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la transgresión.
En Levítico encontramos los sacrificios que se ofrecían en Israel, salvo dos grandes excepciones que no se mencionan:
      1. La Pascua (Éxodo 12)
      2. El de la vaca o becerra bermeja (Números 19)
 
  I. ENSEÑANZAS IMPORTANTES CON RESPECTO A LOS SACRIFICIOS

     A. Diferentes tipos de Sacrificios de la Ley de Moisés
     Necesitamos recordar que cada sacrificio tenía un propósito distinto. Aquellos sacrificios no eran intercambiables. La ofrenda de paz no podía reemplazar a la ofrenda por el pecado o viceversa. Cada sacrificio era distinto y tenía un ritual diferente que llevaba un mensaje preciso.
     Las víctimas sacrificadas o los materiales del sacrificio provenían del reino animal o reino vegetal. Los animales que eran designados para cada sacrificio eran diferentes.
       • Animales. Se prescribían ciertos animales y se designaban para cada sacrificio.
       • Vegetales. Generalmente granos y líquidos elaborados a partir de frutas y granos cultivados, se requerían los primeros frutos de la tierra.
     Los sacrificios de adoración pertenecían a los de “olor grato” o “fragantes”, y se aceptaban solamente de las personas que estaban en una relación de pacto con Dios. Los sacrificios de adoración eran de tres clases:
• Ofrenda encendida. Tanto individual como nacional.
• Ofrenda de flor de harina. Tanto individuales como nacionales. Libaciones (ofrendas de vino) acompañadas de ofrendas de cereales.
• Ofrendas de paz. Individuales o familiares, pero no nacionales.
     Sacrificio de Expiación. No era de “sabor dulce” sino “muy santo”. Y se asume que la relación con Dios está interrumpida. No había relación de pacto por causa del pecado.
• Ofrenda por el pecado. Individual y colectiva, se daba por la violación de la naturaleza divina, o por el quebrantamiento de cualquiera de los cinco primeros mandamientos.
• Ofrenda por la transgresión. Es solamente individual. Se otorgaba por violación del gobierno divino, o por invadir los derechos de los demás o cualquiera de los últimos cinco mandamientos.

     El día de la expiación (Yom Kippur). De naturaleza nacional, pero con aplicación individual.
     Existía otro tipo de sacrificio que no involucraba el derramamiento de sangre. La ley de Moisés exigía que cada hebreo ofreciera las primicias de la cosecha. Aquellas eran ofrendas de cereal y a veces ofrendas de líquido (libaciones) que provenía de subproductos cultivados.

     B. El ofrecimiento de regalo a Dios por parte del hombre.

     Los sacrificios de la Ley de Moisés eran regalos a Dios. Describe al hombre que ofrecía a su Dios un regalo que provenía de su deseo de agradarlo y buscar su favor.

     En la dispensación patriarcal, el hombre construía un altar, colocaba madera, ponía su sacrificio sobre él, prendía fuego, como resultado trasladaba su regalo sacrificial a Dios en la columna de humo que ascendía a los cielos.

     La palabra “sacrificio”, es inicialmente una ofrenda, un regalo a Dios. Pero el término sacrificio ha tomado un significado secundario en nuestro idioma. Originalmente implicaba el significado de regalo a Dios. Pero ahora, significa privación, renunciación personal, ceder algo, y no es una expresión de gratitud a Dios. Aparentemente David fue quién por primera vez añadió el concepto de costo personal a los sacrificios ofrecidos a Dios. 2 Samuel 24:24: “…No voy a ofrecer al Señor mi Dios holocaustos que nada me cuesten. Te lo compraré todo por su precio justo. Fue así como David compró la parcela y los bueyes por cincuenta monedas de plata.”

     El concepto de Levítico tiene que ver con una gratitud a Dios, y no tanto con el concepto de la privación personal.

  II. LOS ANIMALES REQUERIDOS PARA SACRIFICIOS

  Los animales que se requerían para todos los sacrificios debían tener ciertas cualidades, esto es, tenían que satisfacer los requisitos divinos establecidos de antemano.
       • Tenían que ser animales domésticos, o bien puede decirse animales mansos.
       • Tenían que ser animales limpios (herbívoros- comían vegetales) y no (carnívoros – comer carne).
       • Tenían que ser sin defecto, sin mancha.

  Se encuentra el concepto de los primeros sacrificios ofrecidos en Génesis 15:8-17. Abraham había ofrecido los sacrificios que Dios había requerido. Por medio de aquellos sacrificios Dios hizo su pacto con Abraham. Los animales que en aquel día se requirió fueron una becerra de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un palomino. Todos esos animales vinieron del ganado vacuno u ovejuno, o de las aves, y todos vemos que fueron animales domésticos. “Del ganado” significaba que debía ser ganado o bueyes. Podían provenir del rebaño y eso significaba que pertenecían a las ovejas y a los cabríos. Asimismo, podrían provenir de las aves y por lo tanto, serían la tórtola o un palomino.

  Cuando se dice que tenían que ser animales mansos, indica que deberían ser animales domésticos, e indicaba una relación cercana con el dueño, quien los ofrecía en sacrificio. Esto significaba que los animales no podían ser las víctimas del acoso, ni de la cacería. No eran animales salvajes, ni voraces.     

  Físicamente “sin mancha”, estos animales simbolizaban materialmente la perfección espiritual y pureza de Jesucristo mismo, es decir, eran representantes simbólicos de Jesucristo. Se habla aquí de víctimas de las ofrendas sacrificiales en la Ley de Moisés, porque el animal era la víctima desgraciada de la circunstancia, pues no sabía nada acerca de la Ley de Dios, del pecado y su necesidad de expiarlo; es decir, el animal era totalmente ignorante al significado del sacrificio. Lo contrario fue Cristo, porque Él fue voluntario y no víctima para la expiación sacrificial. 

  Para una descripción más clara de las manchas físicas que obstaculizaban la aceptación del sacrificio, lea Levítico 22:20, “pero no un animal con defecto, porque no le será aceptado”.
  Una mancha es; “ciego, mutilado, verrugoso, sarnoso….”

  Se requería generalmente el animal macho en los sacrificios. El macho era la víctima más común porque simbolizaba fuerza. Pero a veces, Dios especificaba que la hembra se ofreciera y ella era el símbolo de la fertilidad.

  En cuanto a los vegetales que se ofrecían a Dios como ofrendas, tenían que ser hierbas, granos de cereales o jugos que provenían de esos granos. En otras palabras, tenían que ser productos agrícolas cultivados, apropiados para alimentos humanos. No eran de crecimiento espontáneo de la montaña o del campo. Debían de ser los primeros frutos de la labor del hombre. Nunca se presentaban crudos, sino molidos, secos o hechos torta.

  III. ORDEN DE IMPORTANCIA
  Generalmente, se cree que los sacrificios se presentan en el libro de Levítico por orden de importancia:
     • El Holocausto, es el más importante de todos los sacrificios, representa la consagración total a Dios. Dios se agrada más de un individuo quien le es total y completamente consagrado. Este sacrificio presenta a Cristo entregado totalmente a Dios hasta la muerte.
     • La Ofrenda vegetal, se presentaban los frutos del trabajo, significando así la dedicación de sus regalos a Dios. Representa a Cristo dedicado enteramente a Dios y a su voluntad.
     • La Ofrenda de paz, era totalmente voluntaria. La característica primaria de esta ofrenda representaba una comida sacrificial, una comunicación viviente y una camaradería y amistad entre el hombre y Dios.
     • Ofrenda por el pecado, era presentada para restaurar la comunión con Dios.
     • Ofrenda por la transgresión, para restaurar la comunión con Dios y hacia el prójimo contra quién habían pecado.
     • Ofrenda del Día de Expiación. Ofrecida una vez al año por el Sumo sacerdote de la nación.
    
   Los tres primeros eran sacrificios de adoración o de olor grato y no tenían prioridad sobre los sacrificios que se ofrecían en expiación. Los tres restantes eran para reparar sus pecados o transgresiones. La ofrenda por el pecado y por la transgresión podía ser ofrecida por el judío que sentía que su comunión con Dios se había roto.

   IV. EL LUGAR DE LOS SACRIFICIOS ACEPTABLES
   El Altar (Mizbeah), viene del hebreo “mizbeah” y significa el lugar de sacrificio, el lugar de la matanza del sacrificio. En cualquier momento, cuando el individuo quería presentarle a Dios un regalo de cualquier tipo, no había otra manera que la de ponerlo sobre el altar y humearlo o incensarlo a los cielos.

   La sangre del animal usada en hacer la expiación se ponía en el altar. La grasa que se quitaba de todos los sacrificios se daba a Dios como una ofrenda de olor grato y se incensaba a los cielos. Aún las ofrendas de cereal, se presentaba en el altar y se trasladaban a los cielos en una columna de humo. Las ofrendas de bebida no se derramaban en el altar. Se derramaban en la base del altar. Todos los regalos a Dios, habían de ser ofrecidos en el altar.

   En Éxodo 20:24, Dios les explicó a los hijos de Israel que debían hacer un altar de tierra. No debían de embellecer el altar, porque Dios no aceptaba a Israel por el tamaño o belleza del altar. Israel sería apreciado por las devociones de su corazón. Dios prometió que vendría al altar; “Vendré a ti y te bendeciré”.

   En Deuteronomio 12:5, todos los sacrificios eran ofrecidos en el lugar que Dios escogía para poner su nombre, y es así como Jehová puso su nombre en el tabernáculo.
     
  V. EL FUEGO ES MUY SIGNIFICATIVO
  El fuego que consumía los sacrificios sobre el altar realmente era un sólo fuego, pero se define con dos palabras diferentes.

     • En hebreo “Katar”: Era como un tipo de fuego que “consumía” los sacrificios de adoración. En realidad no era el fuego que consumía los sacrificios. Se consideraba que era una transformación en humo sacrificial que ascendía a los cielos mismos. Por consiguiente, este es un sacrificio en el cual el humo asciende a los cielos. Asciende a Dios como “olor fragante” u “olor grato”. Katar significa “limpiar” y tiene en su raíz la idea de purificación como la palabra española “cauterizar” que viene de esta raíz.

     • “Seraf”: significa “quemar” o “consumir” y sugiere el fuego devorador. Hay algo interesante, “Seraf” es el origen de la palabra serafín. Eran los vengadores de Dios, quienes por medio de Dios, hicieron llover sobre Sodoma y Gomorra, fuego y destrucción (Gn. 20:24). Es el fuego de la ira divina sobre la víctima del pecado, esta desciende de Dios como castigo contra el pecado.

  Quizá, hay un tercer tipo de fuego que se menciona en Lv. 10:1 donde Nadab y Abiú ofrecieron a Dios “fuego extraño”. Extraño, en hebreo es, “zar”, que quiere decir cualquier elemento, acción o persona que no es autorizado por Dios. Dios daba instrucciones para los sacrificios, el violar estas ceremonias no solo anulaba la adoración, también anulaba la expiación. Colocaba al hombre pecador bajo la ira de Dios.
  
 VI. LOS RITUALES O CEREMONIAS - VIAS DE COMUNICACIÓN
  Las ceremonias son similares en algunas de las ofrendas, pero cada sacrificio tiene elementos especiales que le son peculiares y que exaltan los conceptos básicos de su naturaleza.
  La etapa central de cada uno revela su cometido básico.
  El lugar donde se esparce la sangre indica si la expiación por el pecado es marginal o central.

  La disposición del cuerpo de la víctima es significativa. Si se quema totalmente sobre el altar, asciende como acto de adoración a Dios. Si se quema totalmente fuera del campamento, es muestra de la ira de Dios contra el pecado. Y si la come el Sumo sacerdote, el sacerdote que la oficia, o la familia del adorador, es una celebración festiva auspiciada por Dios.

  La parte que juega el adorador o el pecador en el ritual, y la del sacerdote, son significativas y comunican mensajes importantes.

  Aunque los ritos involucran ceremonias profundas, no son sencillamente ceremonias o ritualismo. Sería fácil que los sacrificios de la ley de Moisés cayeran en puro ritualismo.

  El ritualismo existe cuando el sacrificio no expresa una devoción espiritual. Los rituales son característicos de cada tipo de ofrenda, de la misma manera como los animales son específicos según la ocasión. Las ceremonias pueden ser similares en algunos sacrificios hasta un punto particular. Pero habrá un momento en el desarrollo de la ceremonia y ritual que exaltará el concepto de cada sacrificio.

  Aunque son rituales, aunque involucran una ceremonia extensiva, no obstante, son vías para la expresión, de valor espiritual profundo, del corazón hebreo/Israel.
 


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