Mostrando entradas con la etiqueta el arte de ilustrar sermones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta el arte de ilustrar sermones. Mostrar todas las entradas

sábado, 9 de mayo de 2015

“Son claveles. A ella le fascinaban los claveles. Le agregaré alguna flores del jardín, antes de llevarlos al cementerio” - De un niño a su madre

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 



Hace veintiséis años que mi amigo del ejército Dan y yo cargamos un Corvette 427 azul metálico con neveras portátiles bermudas y camisetas, y pasamos frente a la lúgubre fachada de la policía militar de sombrío semblante hacia la puerta principal del fuerte McClellan.
Preparados con los permisos para el fin de semana y con los bolsillos llenos de billetes nuevos que habíamos recibido por la primera semana de pago en el campamento de verano del Ejército de Reserva, nos dirigíamos a la Florida- y el ejército era en lo último en lo que pensábamos.
Felices al no encontrar nuestros nombres en la tabla de asignación de deberes del fin de semana, decidimos que un fin de semana en la playa era precisamente lo que necesitábamos para recuperarnos de cuatro días de raciones reducidas y de mosquitos en las colinas orientales de Alabama.
Nuestro campo de verano había comenzado muy pronto aquel año. El clima de mayo había sido delicioso, y con la capota abajo y el equipo de sonido en lo alto llegamos a Birmingham y decidimos detenernos allí para llamar a nuestras madres y desearles un Feliz Día antes de continuar nuestro viaje hacia el sur por la autopista.
Encontré a mamá en casa y me dijo que acababa de regresar de la tienda. Por el tono de su voz, supe que estaba decepcionada de que yo no pasara aquel día especial en familia. “Que tengas un buen viaje y ten cuidado, Te echaremos de menos”, dijo.
Cuando regresé al auto, por el rostro de Dan supe que  el también estaba padeciendo del mismo sentimiento de culpa que me obsesionaba. Entonces tuvimos una brillante idea. Envíar flores, desde luego.
Aparcamos al lado de una florería del sur de Birmingham. Cada uno garabateo una nota para envíarla con las flores que nos absolverían de la culpabilidad de pasar nuestro único fin de semana libre en la playa y no con nuestra querida madre.
Aguardamos mientras el dependiente ayudaba a un niño, quien estaba eligiendo un arreglo floral, evidentemente para su madre. Impacientes, deseábamos pagar las flores y partir.
El niño se mostraba orgulloso a más no poder cuando se  volvió hacia mi sosteniendo su arreglo mientras el dependiente escribía la orden.
“Estoy seguro de que le encantara a mamá-dijo-.
“Son claveles. A ella le fascinaban los claveles. Le agregaré alguna flores del jardín, antes de llevarlos al cementerio”.
Levanté la vista hacia el dependiente, que se veía conmovido. Luego miré a Dan. Observando al niño que salió de la tienda, orgulloso de su arreglo, y trepó al asiento de atrás del auto de su padre.
“¿Ya eligieron lo que desean?”, preguntó el dependiente, quien apenas podía hablar.
“Supongo que si”, respondió Dan. Botamos las tarjetas a la basura y nos dirigimos en silencio hacia el auto.
“Vendré a buscarte el domingo en la tarde, hacia las cinco”, dijo Dan deteniéndose frente a la casa de mis padres.
“Te esperaré”, respondí, mientras me esforzaba por sacar mi bolsa de la parte trasera del auto.
Florida definitivamente podía esperar.

Mateo 15:4 Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre;  y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.

DOWNLOAD HERE>>>
http://claudioxplabibliadice.blogspot.com/2012/01/jesucristo-hombre-nuevo-y-modelo-de.html

viernes, 28 de febrero de 2014

El hombre podría casarse con su hermana: ¿Interpretaste bien el mensaje?

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
 Durante mi ministerio  entre la gente indígena de México, llegó la noticia de que uno de los creyentes indígenas se había apartado de la fe. ¡Decía que yo enseñaba que el hombre podría casarse con su hermana! Se ofendió por esto.

Pronto recordé el caso: él me había preguntado dónde consiguió Caín a su esposa. Refiriéndome a Génesis 5:4, le dije que ella era, sin duda, su hermana. Había procurado decirle que todas las personas de aquel tiempo habían nacido del primer matrimonio, Adán y Eva. Pero este creyente indígena no pudo entender la situación histórica; se equivocó también, creyendo que lo que era necesario o aceptable en la historia antigua podría hacerse en la actualidad.

De vez en cuando encontramos pasajes bíblicos cuyo sentido completo se nos escapa, aun cuando su mensaje principal sea claro. Con frecuencia tales textos se aclaran cuando entendemos las circunstancias históricas. Esto puede incluir las maneras y costumbres, las leyes y la filosofía de la gente, su historia, geografía, leyendas, artes y artesanías, herramientas y todo lo que incluía su cultura.

Esta información se podrá encontrar en libros de consulta que describen los tiempos antiguos. El intérprete hará bien consiguiendo varios libros de este tipo, tales como los que se mencionan en la lista de “Libros Recomendados para la Biblioteca del Intérprete”. De otra manera el estudiante debe reservar una libreta especial en la que apunte datos de esta índole. Cuando encuentra alguna circunstancia que explica algún texto difícil, debe apuntar en ella la cita bíblica, la circunstancia que lo explica, junto con la fuente de su información. Así podrá localizar los datos más tarde. Luego, de esta libreta debe pasar los datos a un archivo más permanente.

Será conveniente estudiar la vida diaria de los judíos: su ley—no solamente la de Moisés, sino la ley tradicional escrita en el Talmud; su historia—tanto de los libros apócrifos2 y la historia secular, como de la Biblia misma. Todos los datos que puedan explicar los textos difíciles, deben apuntarse en la libreta, y guardarse en el archivo especial.

Los siguientes pasajes ilustran la manera en que el entendimiento de las circunstancias contribuye a la interpretación correcta. El consejo que Raquel le dio a Jacob, puede confundir u ofendernos:

   He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella (Gn. 30:3).

Recordamos que también Sara le pidió a Abraham que tomara a Agar su sierva, con el mismo fin. Debemos entender que las leyes de la ciudad de Ur de los Caldeos, de donde habían salido para ir a Canaán, permitían estas relaciones. Sin duda por la influencia de aquella gran ciudad, la costumbre era reconocida y usada en todo el mundo antiguo.

En Génesis 31:19 leemos que “Raquel hurtó los ídolos de su padre”, y no estamos seguros de por qué lo hizo. A primera vista parece que quería usarlos en su culto particular. Pero si ésta fuera la única razón o la verdadera, dejaría sin explicar la seriedad del acto; es decir, por qué Labán se enojó tanto por la pérdida de ellos. ¿Acaso perseguiría a Jacob y a su familia para recobrar unos cuantos ídolos de barro?
Según el texto hebreo, los ídolos eran realmente terafines y los terafines no eran solamente ídolos; eran objetos asociados con el hogar. Según la ley horea de Seir (Gn. 36:20, 21) la posesión de los terafines le garantizaba a Raquel la posesión de la propiedad de su padre para Jacob. Sin embargo, Jacob no supo lo que Raquel había hecho, y nunca quiso aprovecharse de esa manera.

En Deuteronomio 27:11–14 leemos que Moisés ordenó que la mitad de la gente se parara sobre el monte Gerizim para bendecir a la nación, y que la otra mitad estuviera sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición, “hablando en alta voz”. Surge la duda: ¿cómo podrían hablar para que su voz se oyera desde la ladera de un monte hasta la del otro? Aun cuando un grito en la serranía se puede oír desde lejos, no es fácil entender las palabras.

En este caso los dos montes mencionados están tan cerca el uno al otro, que se puede oír la voz en la forma indicada. Y cuando consideramos que no era una sola voz sino la de una multitud hablando en concierto, las palabras de bendición y maldición debieran entenderse con suficiente claridad. Observemos que este problema se ha resuelto considerando las varias circunstancias bajo las cuales las palabras fueron dichas.
Una circunstancia semejante se ve en Jueces 9:7, donde leemos que Jotam “se puso en la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó …” a los habitantes de Siquem que estaba situado más abajo. ¿Cómo podría ser oída su voz desde la cumbre de Gerizim hasta el pueblo de Siquem? Resulta que hay una cumbre no muy alta sobre el pueblo y una prominencia donde Jotam podía haberse colocado para hablar como afirma el texto. En este caso, como en el otro, el problema está resuelto por medio del conocimiento de la topografía de aquella región.

En algunos casos el Antiguo Testamento mismo contiene la explicación de algunos puntos oscuros de la historia del evangelio. En la parábola del tesoro escondido (Mt. 13:44), el comportamiento del hombre que encontró el tesoro en el campo se pone en duda. Compró el terreno para hacerse dueño del tesoro que encontró. Quizá pensamos que hubiera hecho mejor buscando al dueño para entregárselo; o acaso, avisarle antes de comprarlo.

Sin embargo, los judíos no pensaban así. Los tesoros eran la propiedad del individuo que los encontrara (Job 3:21; Pr. 2:4). Si alguien tuviera la dicha de encontrar un tesoro en su propiedad, nadie negaría su derecho de quedarse con él.

Por supuesto, este punto no es parte de la parábola; fue relatada con el fin principal de dar énfasis al gran valor del tesoro, que representa el mensaje de salvación, y el interés que tuvo el hombre en quedarse con él.
Otro caso semejante ocurre en Mateo 12:1, donde leemos que Jesús y sus discípulos arrancaron espigas de trigo al pasar por un sembrado, cuyo dueño era desconocido. ¿Era lícito comer así de lo ajeno? ¿No fue una especie de hurto, aunque sin mucha importancia?

La ley judía permitía al caminante o forastero hambriento coger del grano para comerlo, aunque no le permitía cosecharlo (Dt. 23:25). Esa ley fue hecha para el bien público, en reconocimiento de las bases espirituales de la vida nacional. Jesús y sus discípulos no cometieron ninguna falta contra la ley de Dios ni en contra de los hombres.

Las costumbres usadas entre los judíos también explican algunas cosas extrañas. En Lucas 10 leemos de la ocasión cuando el Señor envió a los setenta a anunciar el evangelio, dándoles también algunas instrucciones para su viaje. En el v. 4 dice: “… y a nadie saludéis por el camino”.

Nos extraña que el Señor haya requerido algo aparentemente antisocial en la obra de anunciar el mensaje de Dios.

Pero los saludos de aquellos tiempos eran muy largos. Al encontrarse en el camino los judíos se saludaban con un lento Shalom (paz), doblegándose desde la cintura hacia el lado derecho. Luego lo repetían hacia el lado izquierdo. Seguía, entonces, una plática amistosa sobre los asuntos del día; y al separarse, se saludaban como al principio. Los saludos solían durar media hora o más.

Será fácil entender que esta costumbre podría hacerle al mensajero del evangelio perder mucho tiempo, especialmente si encontraba a varios amigos por el camino. Esta instrucción que prohíbe el saludo, realmente indica que el evangelista no debiera demorarse llevando tan importante mensaje.

Un ejemplo de esta situación se encuentra en la historia de Israel. Eliseo había enviado su ayudante a la casa de la viuda para poner su bordón sobre la cara del niño que había muerto (2 Reyes 4:29). No debía saludar a nadie, ni contestar si otro le saludaba; el asunto que lo llevaba requería mucha prisa.

Otro caso que señala una costumbre rara de los judíos, se encuentra en Mateo 8:21. Uno que quería seguir a Jesús quiso posponer su obediencia al llamamiento del Señor, y ofreció lo que nos parece era una disculpa justa: “Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.” Pero el Señor le respondió: “Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos” (v. 22).

Claro es que el Señor hablaba figuradamente cuando dijo que los que estaban muertos debieran encargarse de enterrar a sus muertos. Se refería a los que estaban muertos espiritualmente; ellos debían cumplir los deberes familiares y sociales al respecto. Pero esto no es el problema principal. ¿Por qué no permitió el Señor que este discípulo enterrara a su padre?

La razón es que ¡su padre no había muerto! La expresión “enterrar al padre” no tenía relación con el acto de sepultar su cadáver, sino con su continuada presencia en casa hasta la muerte del padre. Este hombre quería aplazar su obediencia al Señor hasta que cumpliera con su imaginada obligación a su padre mientras viviera. El Señor dijo que dejara ese cumplimiento a los que no habían experimentado la vida espiritual ni oído el llamado del Señor a su servicio.

El estudiante debe familiarizarse con las costumbres de los hebreos antiguos, y con toda circunstancia que pueda afectar la interpretación de las Escrituras.


PARA EL ESTUDIANTE

  1.      En Génesis 19:3 leemos que Abraham “coció panes sin levadura” para sus visitantes angélicos. ¿Por qué preparó pan sin levadura? ¿Fue, acaso, porque los ángeles requerían pan que no tuviera “el símbolo de la maldad”?
  2.      Cuando Abraham compró la cueva de Macpela a Efrón, leemos que “pesó … cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes” (Gn. 23:16). ¿Por qué dice que pesó esos siclos de plata en lugar de contarlos?
  3.      Según Génesis 29:23, Labán dio a Jacob su hija Lea en lugar de Raquel. ¿Cómo es que Jacob no supo que su novia no era Raquel? Recuerde las condiciones rurales, las costumbres del casamiento, y la fiesta, para explicar lo que sucedió.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Sermones para toda Ocasion

biblias y miles de comentarios
 
A BATALLA POR EL ALMA
[AVISO ESPECIAL: Aunque estoy incluyendo este sermón, le aviso que le será muy difícil predicarlo bien antes de haber estudiado el curso entero sobre EL APOCALIPSIS. Por tanto, sugiero que lo guarde hasta haber completado dicho cursillo
y luego que consulte el cursillo sobre los textos del Apocalipsis usados en este bosquejo.]
INTRODUCCION:
A. Muchas personas se burlan de la religión y aún del concepto del cielo y especialmente de la idea del infierno.
1. Se imaginan a Satanás como un payaso vestido de rojo con colita, cuernos y horca en la mano.
2. Se ríen del temor que los niños tienen al maligno.
B. PERO no hay cosa más seria, mi estimado, porque cuando hablamos de Satanás estamos hablando del enemigo que desea destruir su vida.
Estamos hablando de LA BATALLA POR SU ALMA.
I. UN PLAN DE BATALLA DIABOLICO.
A. Esta guerra comenzó en Génesis 3.
1. El diablo logró arruinar la creación perfecta de Dios: el paraíso.
2. El diablo logró arruinar los primeros dos hijos de Dios.
B. Años después en Génesis 6 casi hubo un desastre sin remedio para la raza humana.
1. La maldad era mucha.
2. Todo designio de los pensamientos era DE CONTINUO
SOLAMENTE el mal.
3. Una vida corrompida.
4. Un mundo lleno de la violencia.
C. Luego en Génesis 18-19 se perdieron dos ciudades enteras en esta guerra con el enemigo.
1. Un pueblo pervertido y maligno.
2. El clamor de su maldad llegó a los oídos de Dios (sobre todo el
resto de la maldad en el mundo).
3. No se encontraron ni diez personas justas en toda la ciudad.
D. Luego en la generación que Moisés sacó de Egipto en el EXODO hubo un holocausto espiritual, tal vez de un millón de judíos que se perdieron en el desierto.
E. El gran dragón (Apocalipsis 12:1-17):
1. Arrastró la tercera parte de las estrellas (12:4). Puede ser
referencia a sus ángeles ya que en el Apocalipsis "estrellas" son
"ángeles".
2. Su propósito: devorar al niño (12:4,5).
a. Quiso hacerlo por medio de la envidia de Herodes (Mateo
2:13-16).
b. Trató de hacerlo personalmente por medio de las
tentaciones (Mateo 4:1-11).
c. Aprovechó la envidia, el tradicionalismo y la ignorancia de
los judíos en su lucha contra el Hijo de Dios.
(1) Lucas 4:28-30 - intentaron despeñarle.
(2) Juan 5:18 - procuraban con diligencia matarlo.
(3) Juan 10:31 - tomaron piedras para apedrearle.
d. Pensó haberlo logrado en la cruz (PERO Cristo ganó la
batalla y resucitó).
3. Intentó vencerlo en el cielo (12:7-9).
4. Volvió su atención diabólica contra el pueblo de Dios en la tierra
(12:12-17). [Un dragón enfurecido]
5. Entró en Judas Iscariote (Juan 13;27; Lucas 22:3).
6. Pidió la oportunidad de probar a Pedro (Lucas 22:31).
7. USTED puede estar seguro que él también desea destruirle a
USTED Y SU FAMILIA y que tienen un PLAN para lograr su
derrota.
II. LA AGONIA DE LA DERROTA EN ESTA BATALLA.
A. Esto es, por supuesto, en caso que usted pierda la batalla. Y le debo advertir que LA MAYORIA de la gente pierde esta batalla.
B. AHORA el diablo convierte la vida de la persona en un TORMENTO VIVO
(Apocalipsis 9:1-11). [DESCRIPCION GRAFICA] Satanás = el destructor = el ángel del abismo que manda del abismo:
Humo - CIEGA LA MENTE.
Langostas con mordida de escorpión - ATORMENTA LOS
HOMBRES.
Resultado: ANHELAN MORIR (9:6).
[A continuación hay una lista de la degeneración moral que trae este tormento a la vida del ser humano en la actualidad. Puede actualizar esta lista y modificarlo para que refleje la realidad que vive la gente en su ambiente.]
1. La estafa
2. La violencia en las calles
3. El alcoholismo y la drogadicción
4. El encarcelamiento por los delitos
5. Las familias afectadas por la infidelidad y el divorcio
6. La depresión
7. El suicidio
8. Niñas muy jovencitas embarazadas (y fuera del matrimonio).
9. El aborto intencional
C. ETERNAMENTE el diablo convierte la existencia eterna de las masas en una miseria atormentada casi increíble. NO SE PUEDE IMAGINAR cuan terrible será ese tormento.
1. Mateo 25:41,46 - fuego eterno y tormento eterno.
2. II Tesalonicenses 1:8,9 - eterna perdición de la presencia de Dios y
de Su gloria.
3. Romanos 2:5,6,8,9 - ira eterna, tribulación y angustia del alma.
III. LA POTESTAD DEL ENEMIGO EN ESTA BATALLA.
A. No luchamos contra cualquier ejército (Efesios 6:12,13).
B. Es el DRAGON del Apocalipsis (Apocalipsis 12:3,4).
C. El príncipe sobre los demonios del primer siglo (Mateo 12:24).
1. Vea su potestad sobre el niño lunático que se lanzaba en el agua yen el fuego (Mateo 17:14-18).
2. Vea la potestad de LEGION (Marcos 5:3-5). Cadenas hechas
pedazos; grillos desmenuzados; nadie tenía le fuerza para
dominarlo.
D. El autor y maestro de las horribles BESTIAS y la GRAN RAMERA del Apocalipsis.
1. La bestia de la PERSECUCION : se parecía a leopardo, oso y
león (NO LEER LOS TEXTOS: Apocalipsis 13:1-7; Apocalipsis
12:7).
2. La bestia de la RELIGION FALSA: se parece a cordero pero
cuando habla, habla como dragón; hace señales; hace caer fuego
del cielo (NO LEER: Apocalipsis 13:11-17).
3. La ramera de la atracción mundana: hermosa y disponible
(Apocalipsis 17:4).
E. Toda esta potestad se está enfocando contra SU ALMA, LA MIA y
NUESTRAS FAMILIAS.
CONCLUSION:
A. El PLAN es diabólico. El CASTIGO es horrendo. La POTESTAD es abrumadora.
B. Pero quizá lo peor de todo es la PERSISTENCIA del diablo en sus esfuerzos por destruir su alma (I Pedro 5:8-11).
C. NO OBSTANTE, usted no tiene que perder esta batalla (Efesios 6:10-13; I Juan 4:4).
D. Es tiempo que tomemos muy en serio esta batalla por el alma.

martes, 1 de mayo de 2012

El Trabajo: Una bendicion para el Cristiano - Ayuda para el maestro y obrero itinerante cristiano

biblias y miles de comentarios
 

Es lunes. . .en punto de las seis de la mañana, suena el despertador. El fin de semana que pasó como un suspiro fue de actividad intensa. Juan se levanta y se asea, listo para comenzar otra semana laboral. Un poco antes de las seis, ese mismo lunes, María ya había despertado. Los niños entran a las siete a la escuela y ella sabe muy bien, que no llegarán a tiempo a menos que se levante un cuarto para las seis. Mientras prepara el desayuno, está repasando su lista de pendientes y actividades que deberá cubrir ese día para que el hogar siga adelante. Es lunes . . .la semana de labores y trabajo comienza. El fin de semana próximo se vislumbra apenas a la distancia y con mucha añoranza. ¿Te parecen familiares estas escenas?
¿Quién inventó el trabajo? ¿Es acaso el invento de una sociedad capitalista obsesionada por la acumulación de riqueza? ¿Acaso es una maldición que vino a la humanidad por la Caída? La Biblia, como para todo lo demás, tiene respuestas sobre este asunto y necesitamos conocerlas. Algunos desprecian el trabajo al punto de decir: “Mira si el trabajo no es algo terrible que hasta tienen que pagarte para que lo hagas”. Otros, por su parte, idolatran el trabajo hasta el punto de sacrificarlo todo por él. Por eso, como cristianos, es importante entender cómo quiere Dios que pensemos y actuemos respecto al trabajo.
Podemos definir el trabajo como aquel esfuerzo mental o físico encaminado a cumplir el mandato de Dios de señorear la tierra ya sea que recibamos algún salario o no. A continuación exploraremos tres verdades bíblicas acerca del trabajo.
trabajando duro
I. El trabajo es una Bendición
Muchas personas creen que el trabajo llegó a la humanidad como una maldición por haber caído en pecado. Esta idea se deriva de una mala interpretación de Génesis 3:17-19. Las palabras “con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra” no significan que antes de la caída no había trabajo, sino más bien, que esta actividad instituida por Dios se tornaría complicada y dificultosa por estar la tierra bajo la maldición del pecado.
De ninguna manera podemos concluir que hoy trabajamos por causa del pecado. De hecho, la Biblia nos presenta que el trabajador por excelencia es Dios mismo (Ge 1). Dios no es ningún holgazán, perezoso y desobligado. Jesús dijo: “Mi padre hasta ahora trabaja” (Jn 5:17).
La Biblia también nos aclara que Dios puso a Adán, Su imagen, en el huerto del Edén para que trabajara (Ge 2:15). Adán no estaba en un centro vacacional en el Edén, estaba trabajando. Como vemos, el trabajo ya existía aun antes de la caída.
Por supuesto, la caída vino a complicar las cosas. Ahora nos esforzamos y el sudor corre por nuestros rostros, pero logramos muy poco. La tierra fue maldita por el pecado y esclavizada a la futilidad. Pero espera su liberación cuando los hijos de Dios sean manifestados (Ro 8:19-21).
Entonces, no veamos el trabajo como una maldición, sino más bien, como una bendición. Es el plan de Dios para las vidas de sus imágenes. Cuando trabajamos estamos reflejando a nuestro Padre que también trabaja.
II. El trabajo es una Obligación
En 2 Tesaloniceses 3:6-12 el apóstol exhorta a los holgazanes y plantea el deber de trabajar. El problema era que algunos de la congregación vivían desordenadamente. ¿Qué hacían? Teniendo la capacidad física y mental para hacerlo, no estaban trabajando (v.11). Pablo dice que la solución es que “trabajando sosegadamente, coman su propio pan”. Y de allí surge la famosa frase tan mencionada: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”. El trabajo es un deber, es una obligación.
Por medio del trabajo logramos señorear la tierra y ganar nuestro sustento. En otra epístola, Pablo llega a decir que si alguien no provee para los suyos es peor que un incrédulo, incluso ha negado la fe por negarse a proveer el sustento (1Ti 5:8). También se nos dice en Efesios 4:8 que el que hurtaba ya no debe hacerlo sino debe trabajar para compartir con los necesitados. El trabajo es obligatorio si queremos agradar a Dios.
Entonces, el trabajo no es una opción para aquellos que tenemos las facultades físicas y mentales para realizarlo. No estemos buscando maneras para no trabajar. Si tiendes a la pereza y a la vida fácil, debes recordar que el trabajo es una obligación. Dios nos quiere activos, diligentes y productivos.
III. El trabajo es un acto de Adoración
Cuando pensamos en el trabajo, pensamos en cómo éste suple nuestras necesidades materiales ya sean personales o de otros, pero nunca pensamos que el trabajo sea algo espiritual. Es decir, algo que tenga que ver con la gloria de Dios, que sea un acto de adoración.
En Colosenses 3:22-24, el Señor nos dice a los que trabajamos que debemos hacerlo para agradarle y no para agradar a los hombres (v.22). Que debemos trabajar como para el Señor y no sólo para los hombres (v.23) y que cuando trabajamos estamos sirviendo a Cristo (v.24).
¿Te das cuenta que esta perspectiva puede revolucionar tu vida laboral? Esta perspectiva te dice que no trabajes por la quincena, sino para honrar a Dios. Que no trabajes para tener contento al jefe, sino para agradar a Dios. Que cuando haces un trabajo para la compañía donde laboras estás trabajando para Cristo. No importa cual sea tu ocupación (lícita, por supuesto), si cambias tuberías o reparas computadoras, si cambias pañales o vendes artículos, si enseñas a niños o recoges basura, si diriges al personal de una empresa o lavas y planchas, cuando trabajas puedes glorificar a Dios con lo que haces. Más allá del salario, de lo popular de tu trabajo, de lo monótono y cansado que pueda ser, recuerda: Eres siervo de Cristo. Estás adorando a Dios al trabajar.
Conclusión
Si tienes una mala actitud hacia el trabajo, recuerda que Dios te lo ha dado como una bendición. Si te ves tentado por la pereza, recuerda que Dios nos dice que el trabajo es una obligación. Si crees que a tu ocupación le falta dignidad, recuerda que con tu trabajo adoras a Dios. ¿Qué actitud tendrás el próximo lunes? Puedes despertar agradecido a Dios por la bendición de trabajar, con el gozo de cumplir tu deber delante de Dios y con la alegría de ir más allá del salario y el cansancio, sirviendo al único que merece toda tu adoración.
felices en el trabajo, ¿cómo?


Cómo ser feliz en el trabajo
“EL SEÑOR ENVIARÁ SU BENDICIÓN... SOBRE TODO AQUELLO EN QUE PONGAS TU MANO...” (Deuteronomio 28:8)
La felicidad implica que te sientas bien acerca de ti mismo en medio de tus relaciones y tus logros. Cuando tus dones y habilidades alcancen su pleno desarrollo y son utilizados a través del trabajo de toda una vida, crecerás en confianza y en poder. Aquí tienes siete claves para que seas feliz en tu empleo:
(1) Ve el trabajo como un regalo del Señor y no como un castigo: “...a todo hombre a quien Dios da bienes y riquezas, le da también facultad para que coma de ellas, tome su parte y goce de su trabajo. Esto es don de Dios” (Eclesiastés 5:19);
            (2) Reconoce a Dios como tu verdadero jefe: “Servid de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno haga, ése recibirá del Señor” (Efesios 6:7-8);
(3) Dedícate a la tarea que sea compatible con tus dones: “Si alguno... ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado...” (1 Pedro 4:11);
            (4) Aprende lo que puedas acerca de tus tareas: “El sabio... escucha y aumenta su saber, y el inteligente adquiere capacidad...” (Proverbios 1:5);
            (5) Aprovecha la crítica para tu ventaja. De hecho, haz que te sirva para algo, pidiendo sugerencias y corrección: “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo, pero el que acepta la corrección recibirá honra” (Proverbios 13:18);
            (6) Haz más que lo que esperan de ti: “...a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos” (Mateo 5:41). Pertenece al “club” de los que van la “milla extra”;
            (7) Haz que Jesús sea tu “socio de trabajo”. Sigue estando consciente de la presencia de Cristo durante todo el día mientras realices fielmente tus obligaciones (lee Hebreos 12:2): “Tú guardarás en completa paz a aquél cuyo pensamiento en Ti persevera, porque en Ti ha confiado” (Isaías 26:3).

Trabajar en circunstancias difíciles

"EL SEÑOR DIOS... LO PUSO EN EL HUERTO..., PARA QUE LO LABRARA Y LO CUIDARA" (Génesis 2:15)
Rechaza cualquier pensamiento de ser la "pobre víctima" que te robe la paz y te prive de estar contento. Tu trabajo, a pesar de los desafíos, habría sido el sueño de tus antepasados. ¿No oraste para conseguir este empleo del cual ahora te quejas? Aunque sea difícil de aceptarlo, estás en estas circunstancias por un motivo, y sólo será por algún tiempo. Estudia el curso; haz los exámenes, termina la carrera y sigue adelante hacia lo que Dios tiene guardado para ti. Hay algo que tienes que aprender y llevar contigo desde tu situación actual hacia la próxima. ¿Como qué? (a) Cimentar aptitudes; (b) Forjar carácter. Aparte de ser hábil con los programas Excel y Word del ordenador puede que tengas que adquirir paciencia y gratitud. Posiblemente debes aprender a dirigir una oficina, además de controlar tus caprichos. Ninguna experiencia es jamás una pérdida de tiempo para los que aman al Señor.
Escucha: "...todas las cosas los ayudan a bien... a los que conforme a su propósito son llamados" (Romanos 8:28b). A veces es difícil ver eso en el mismo instante. Cuando José estuvo en el pozo (lee Génesis 37:23,24) y más tarde en la prisión (capítulo 39:20), era difícil ver que aquella "ruta" le conduciría al palacio, pero así fue (capítulo 41:37-45). Dios tiene un plan magistral para tu vida. Tu presente tarea bien puede ser una preparación para el trabajo que el Señor tiene pensado para ti. Mira atrás y ve los pasos que te han hecho llegar al rumbo actual. Después, confía en que Dios está usando cada experiencia para llevar a cabo su voluntad en ti – y tu alegría.
trabajando en circunstancias difíciles
El trabajo bien hecho da su propia recompensa. Nos proporciona un sentido de valor. Sin un propósito, tendemos a deprimirnos. No caigas en la trampa de la promoción publicitaria exagerada de los medios de comunicación que dice que la gente de éxito no tiene que trabajar. Todos fuimos creados para cumplir una finalidad, independientemente de cuánto dinero haya en nuestra cuenta bancaria.
Quizás has oído predicar que el trabajo fue el resultado de la desobediencia de Adán y Eva (lee Génesis 3:17-19). ¡No! Aunque es verdad que el trabajo tomó un significado diferente, es un error creer que nuestros primeros antepasados vivieron sin objetivo. Desde el momento en que Adán y Eva fueron creados ha estado claro de que Dios se propuso que fuéramos como nuestro Creador: productivos, fructíferos y haciendo labores que contribuyen a los propósitos del Señor. A Adán y Eva se les fue dado el dominio sobre el huerto de Edén (lee Génesis 2:4-25) y ellos disfrutaron de un nivel máximo de realización en sus quehaceres, antes de su decisión egoísta de desobedecer. Escucha: "Tomó... Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara. El Señor Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viera cómo las había de llamar; y el nombre que Adán dio a los seres vivientes, ése es su nombre" (Génesis 2:15,19).
La descripción del primer trabajo consistió en nombrar y supervisar, ¡la posición del gerente más alto! Asimismo, Eva, como ayudante de Adán, fue creada para tomar parte en estos empeños. Un hombre que no tiene mucho trabajo no necesita un asistente. De tal modo, no hace falta que busques más lejos: ¡leyendo tu Biblia te darás cuenta de que el trabajo productivo es el plan de Dios para tu vida!
Dios envía a su pueblo hacia zonas hostiles para ser "sal", que cura y saca lo mejor cuando es esparcida. Es un honor ser escogido para el encargo; ¿te sientes también así?
El Señor sabe que si en cualquier situación nos acomodamos demasiado, tendemos a holgazanear demasiado tiempo allí donde estemos. Al "tostarnos" en la tranquilidad y dicha no contenciosa, nos perdemos las bendiciones que vienen a través del enfoque, del propósito realizado y de la guerra. Sí, ¡guerra! La figura de un soldado nos parece demasiado drástica, pero no te olvides: "...sufre penalidades como buen soldado…" (2 Timoteo 2:3). Hemos sido llamados para entrar en situaciones inhóspitas, tomar el territorio y demostrar a otros lo que es vivir bajo la señoría de Jesús. Nos involucramos muy fácilmente en situaciones mundanas, como jefes agobiantes, politiqueo de oficina, chismorreo que causa enfriamiento de relaciones, y tratamiento injusto, los cuales no nos dejan lograr ver la razón de Dios por estar allí.
¿Se te ha ocurrido que podrías ser el único creyente a quien se le conoce en el lugar de tu trabajo, o mejor dicho: el primero que haga que Cristo sea bien visto y que su mensaje sea atractivo? El destino eterno de alguien podría depender de tu testimonio y actuación... Es posible que de momento no esté interesado en lo que tienes que decir, pero la muerte, el divorcio, la enfermedad o la adversidad puede cambiarlo todo en "un abrir y cerrar de ojos". Es cuando el mundo va a buscar el consejo de "los muchachos que echaron al horno ardiendo y también del que arrojaron al foso de los leones" (lee Daniel, capítulos 3 y 6), pues nadie más tiene la respuesta. Así que, "...(hacedlo) [haz] todo para la Gloria de Dios" (1 Corintios 10:31b).
Mientras David estaba fuera en el campo cuidando a las ovejas, los ojos de todo el mundo estaban fijos en Saúl. Pero no los de Dios; los suyos estaban en David, observando cómo adoraba, cómo su carácter, relación con Él y temor del Señor se desarrollaban, y cómo enfrentaba el mal. ¿Sería intimidado fácilmente, o tenía la "madera" de la cual los reyes deberían estár hechos? ¿Cómo se comportaría en la batalla? ¿Vería a un gigante humano, o a un Dios gigantesco apoyándole? ¿Era orgulloso y autosuficiente, corriendo delante del Señor, o confiaba únicamente en Él? ¿Sería justo con las personas? ¿Cómo manejaría la autoridad? ¿Hablaría mal de aquéllos que estaban por encima de él o respetaría a los que estaban en autoridad, independientemente de sus defectos personales?
David no era totalmente consciente de aquello que Dios había planificado para él, pero reconoció al Señor en todos sus caminos. Alguien dijo una vez: "El carácter es lo que eres cuando nadie te mira". Bien, ¡Dios siempre está mirando! Él observaba a David; ¡y también te vigila a ti!
La mayoría de nosotros no trabaja como si el Señor nos observara o incluso se preocupara por el trabajo que estamos haciendo. Fallamos en darnos cuenta de que la promoción no viene "...ni de oriente ni de occidente..., ...[sino de] Dios" (Salmo 75:6-7). ¿Entiendes que aunque tu oficio actual pueda ser dificilísimo, el Señor te ha colocado allí para un propósito? Él te ha puesto en ese lugar para que puedas aprender a tratar con el enemigo, crecer en gracia y madurez y ser entrenado para cosas mejores. ¡Piénsatelo!
¿Piensas que tienes una labor difícil? David trabajó para un rey violento, atormentado por un espíritu malo que le arrojó lanzas (lee 1 Samuel 18:10)... La tarea de David consistía en traer paz, orden y productividad en esa situación peligrosa. Observa dos cosas importantes:
(1) David no intentó orar para que desapareciera su problema. Si hubiera orado para que el espíritu malo de Saúl se alejara de él, habría eliminado la oportunidad de servir a Dios en aquel entorno y en los siguientes. David sabía que el Señor tenía para él algo bueno en el "tintero", y por eso siguió alegre, atento a la voz de Dios y averiguó lo que hacía falta en cada momento a fin de que el Señor apareciera. Dios es un "profesional" en cómo resolver problemas, y cuando los ve, envía a su delegado "profesional". El Señor puede equiparte para la solución en cualquier problema, con el propósito de que Él pueda ser manifestado en medio de la confusión;
(2) Cuando David fue llamado, no acudió con las manos vacías; llegó con regalos. Él trajo "...un asno cargado de pan…" (1 Samuel 16:20). ¡También se llevó su arpa y la habilidad para tocarla (lee 1 Samuel 16:14-18)! No preguntó: "¿Qué provecho sacaré de esto?". Tenemos que deshacernos de nuestro espíritu de "dame" y sustituirlo por un corazón que está dispuesto a servir. Esto implica mantener una postura correcta que diga: `Puede ser que sea un tiempo difícil, pero sólo es temporal. Por lo tanto, comprobaré mi actitud regularmente y estaré agradecido por lo que tengo, para que se me pueda confiar lo que estoy a punto de recibir. Mientras estoy aquí, voy a hacer feliz al Señor. Él me escogió para esta tarea, y demostraré a aquéllos con los que trabajo que tengo algo que ellos necesitan'.
David sabía que Dios le había llamado antes de que fuera a trabajar para el rey Saúl. ¡Esto es muy importante! Aparte de lo que haces, debes saber quien eres; de lo contrario terminarás trabajando con más empeño para ser apreciado que por tus quehaceres. Esto no sólo envía la señal equivocada a tus compañeros de trabajo y a tus supervisores, también te priva de tu verdadera identidad en Cristo, además de la base sólida de seguridad, apacibilidad y alegría que tu tarea provee. Más bien, tu autoestima fluctuará como la popularidad de un político en un año electoral, subiendo un día y bajando el siguiente... En lo que se refiere a tu estado de ánimo y desilusiones inesperadas, aparte de unos pocos momentos de eulogio que puede o no ser sincero, terminarás por estar metido en una "montaña rusa", ya que cuando otros se enteren de que te desenvuelves a través del reconocimiento, tendrán la "llave" para manipularte con el fin de llevar a cabo sus propios objetivos.
Estar sediento de reconocimiento da poder a otros sobre ti para limitarte e influenciarte. ¡Esto es peligroso! Es difícil oír la voz del Señor (que a menudo nos guía en contra de la "marea" de la opinión popular) cuando has afinado tus oídos para responder sólo a la voz del jefe o a los comentarios del cliente.
Escucha: "...hacedlo todo para la Gloria de Dios" (1 Corintios 10:31b). Ya sea barriendo o planificando un presupuesto, ¡hazlo todo como para el Señor! Cuando experimentas su gozo en lo que estás haciendo, incluso si es algo que no te gusta hacer particularmente pero sabes que estás donde debes estar por ahora, no necesitas la afirmación de nadie más.

viernes, 4 de noviembre de 2011

El Arte de Ilustrar Sermones: Una Herramienta Indispensable para Construir Sermones

El Arte de Ilustrar Sermones: Una Herramienta Indispensable  para Construir Sermones
biblias y miles de comentarios
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 9MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
Agradecimientos
Introducción
Capítulo 1:
En busca de una ilustración
Capítulo 2:
El mal, y el buen uso de las ilustraciones
Capítulo 3:
Misión imposible
Capítulo 4:
El humor en las ilustraciones
Capítulo 5:
Un sermón ilustrativo
Capítulo 6:
Las partes de un sermón debidamente ilustradas
Capítulo 7:
¿Por qué necesitamos buenos predicadores hoy?
Apéndice
Acerca de las ilustraciones: Dr. Osvaldo Mottesi


Luego de abrir la Biblia, lo primero que hacía mi padre era levantar la vista. Esa mirada fija parecía absorber la congregación. Los ojos azules parecían poder penetrar instantáneamente hasta el fondo de cada alma, obligando a aquellos que habían pecado durante la semana a sonrojar o agachar la cabeza en vergüenza. Esa 
mirada, además, parecía demandar de cada individuo la debida reverencia y respeto durante todo el sermón. La mirada también era como una proclama de que había llegado el momento más trascendental de la semana: Dios estaba por hablar de su santa Palabra por medio de su siervo. 

Fue el no hacerle caso a esa mirada que en un domingo inolvidable me busqué un reventón. Niño que era, con el refunfuñar del sermón me olvidé del lugar en que estaba y me bajé de la banca para jugar a los autos pretendidos. De inmediato oí del púlpito el anuncio de mi nombre. Volteé la cabeza para encontrar los ojos furiosos de mi padre. «Leslie, estamos en la casa de Dios», me dijo. «Siéntate tranquilo al lado de tu madre y escucha.» Pero el sermón era largo y mi memoria corta. De nuevo, soñadoramente, los autos y camiones se convirtieron en realidad y nuevamente abandoné mi asiento para usar la banca como carretera. Tan absorto 
estaba en mi juego que no me di cuenta de que papá había dejado de predicar. 


Fueron las suelas de sus zapatos acercándose a la banca que por fin que me sacaron de mi trance —muy, pero muy tarde. Con una mano me levantó. Me giró en posición boca abajo, mi posterior indefenso ahora expuesto a la otra mano. Allí mismo, con el público numeroso de testigo, me dio lo que siempre he recordado 
como «una “santa” paliza». Testifico que me sirvió de gran beneficio espiritual, ya que desde aquel día jamás he podido dormir en una iglesia, no importa lo aburrido de un sermón. 

Como venía diciendo, la misma voz con que mi padre pronunciaba sus palabras —voz sonora y clara como de clarín— llamaban a ese acto especial y único de adoración pública. Desde la primera palabra hasta al sagrado «amén» al final, lo que se sentía y se oía desde aquel púlpito villaclareño eran los pronunciamientos del Dios de los cielos. 

Han de haber habido muy pocos los domingos en que los asistentes saldrían de esos servicios con un sentido de desilusión, pues, a mi criterio, eran encuentros profundamente espirituales. Eran mensajes poderosos —ungidos poderosamente del Espíritu Santo. Ahora que también soy predicador y me encuentro en el deber de 
descifrar el texto sagrado, avaloro grandemente la manera brillante en que mi padre desenlosaba el texto bíblico. Sus mensajes siempre eran sencillos y claros, ocultando las muchas horas de preparación. Su proclamación era fluida y sus frases importantes puntualizadas con fuertes clamores. La aplicación del texto inescapable. 

Pero también había un genio en su predicación que hacía sus sermones imborrables: ¡esas inolvidables ilustraciones! ¡Qué habilidad extraordinaria tenía papá para ilustrar! Tan precisas e interesantes eran que cuando uno las escuchaba sabía de inmediato no solo lo que el texto bíblico decía, pero cómo aplicar las 
verdades aprendidas al diario vivir. 

Recuerdo un sermón que predicó basado en Hebreos 11:6: Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan. Remachó papá la verdad del texto contando una experiencia que tuvo en los comienzos del seminario Los Pinos Nuevos. Los bancos en Cuba se habían quebrado y con esa quiebra papá había perdido todo el dinero que había acumulado para el comienzo del nuevo curso en septiembre. Ilustró la lucha de la fe, contando: 

Cada día iba al correo. Esperaba que Dios supliera mi necesidad a través de un amigo en Norteamérica. Pero al apartado de correo 131 en Placetas no llegó ninguna carta. El día antes del comienzo de las clases fui una vez más, seguro de que ese día llegaría la carta esperada conteniendo el dinero en respuesta a mis oraciones. Que desalentado me sentí. No había carta. Todo lo que llegó fue un periódico cristiano de Moody en Chicago. 


DOWNLOAD HERE>>>
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html