Mostrando entradas con la etiqueta iglesia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta iglesia. Mostrar todas las entradas

viernes, 11 de marzo de 2022

Las mujeres también son instrumentos de Dios para darlo a conocer

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



LAS MUJERES GLORIFICAN A DIOSINTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . .  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3
SEMANA UNO: LIBERTADAS PARA SERVIR
La historia de la mujer pecadora
en Lucas 7:36-50
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7
SEMANA DOS: SIGUIENDO A JESÚS
La historia de mujeres que siguieron a Jesús
compilada de pasajes en Marcos, Lucas, Juan
y Hechos
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19
SEMANA TRES: VE Y CUENTA
La historia de la mujer samaritana
en Juan 4:1-42
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37
SEMANA CUATRO: ORANDO CON ANTICIPACIÓN
La historia de Ana
en Lucas 2:25-38
. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51
SEMANA CINCO: INVIRTIENDO EN EL REINO
La historia de Eunice y Loida
en Hechos 16:1-5, 2 Timoteo 3:14-16
y 1 Timoteo 1:1-5
. . . . . .  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63
SEMANA SEIS: COMPROMETIDAS CON LA COMUNIDAD
La historia de Lidia y las mujeres en Filipos
en Hechos 16:6-40
. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77
En Juan 15 Jesús instruye a sus discípulos a habitar o permanecer en él si
queremos tener fruto en la vida. ¿Qué significa habitar en Jesús? ¿Cómo
puedo vivir cada día en su presencia y su poder? En Juan 15: 7, 8 Jesús
responde estas preguntas y también nos dice qué podemos hacer para
“glorificar” a Dios en nuestra vida. Él les dice a sus discípulos: “Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se
les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y
muestran así que son mis discípulos”.
Para habitar en Jesús es necesario que su Palabra viva en nosotras. Cuando
leemos y hablamos las Escrituras lenta y repetidamente, ellas empiezan a
vivir “en la boca y en el corazón” de nosotras (ver Romanos 10:8).
Generaciones de seguidores de Jesús han leído la Biblia permitiendo
que ella viva en su boca y su corazón mediante un método deliberado de
lectura llamado
lectio divina. Esta es una práctica antigua a la que muchos
creyentes están regresando en el día de hoy. Ella nos alienta a ir más allá
de simplemente leer y escuchar las historias de Dios. Mediante
lectio divina
nos deleitamos verdaderamente en el Pan de Vida, la Palabra de Dios, y
permitimos que ella nos alimente espiritualmente.
En
lectio divina hay cuatro pasos para alimentarnos del Pan de Vida. Cada
uno de ellos promueve una “digestión espiritual” saludable de la Palabra de
Dios.
1.
Lectio — leer el pasaje
2.
Meditatio — meditar en el pasaje
3.
Oratio — orar con el pasaje
4.
Contemplatio — permitir que el pasaje viva a través de ti
DESCARGARDESCARGALO AQUÍ:             

¿Te sientes llamado para la Obra? Este estupendo material te servirá: Preparación Pastoral para la Movilización de Obreros

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



Efesios 4:11-12
Uno se capacita mientras pastorea a su rebaño. En campos blancos uno puede comenzar
con su familia y dejar que crezca el rebaño. Uno que tiene el don pastoral puede capacitarse
sin preocuparse por requisitos académicos. Las iglesias pueden capacitar a sus propios
líderes con estos compendios, tal como ordena Dios en Efesios 4:11-12:
“Y él mismo
constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y
maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo.”
Los pastores de más experiencia se reúnen con los pastores o líderes nuevos, escuchan sus
informes acerca de las iglesias y responden con los capítulos que corresponden a las
necesidades y oportunidades actuales. El estudiante pastoral procede a su propio paso.
Enseña o aplica inmediatamente a su gente todo lo que aprende.
Este método ha impulsado la obra de muchos pastores y misioneros para que sus iglesias
crecieran en conocimiento de la Palabra de Dios y en número, y que se reprodujeran en
iglesias hijas y nietas. Rogamos a Dios por usted, que por el poder del Espíritu Santo le
rinda mucho fruto este curso. 
El propósito de aprender la Palabra de Dios es sehacediscípulos.                                                                                                                         
Un discípulo obedece los mandamientos de nuestro Rey Jesucristo (Mateo 28:18-20). No aprendemos la Palabra para hacernos estudiantes que sólo memorizan más y más conocimientos, porque Jesús
dice,
"Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15).
Basamos toda enseñanza de estos compendios y nuestro ministerio respectivo encima de la 
rocdlobediencia a Jesús.                                                                                                              Antes de tratar los otros varios asuntos en los libros de estudio para su preparación, establezcamos el
fundamento, que es la obediencia a nuestro divino Rey Jesucristo. Todo el curso pastoral descansa sobre este único cimiento y base bíblica para el discipulado

DESCARGAR
https://www.mediafire.com/file/6wsyhjobmhuoftp/preparacion_y_movilizacion_1_de_9.pdf/file

DESCÁRGALO:

lunes, 4 de enero de 2016

No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Nos preparamos para enseñar en la Congregación
Las enseñanzas del Señor Jesucristo 
Hechos 1:1–8

1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; 3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. 

4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. 

6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 

7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Título

EL COMIENZO DE LA IGLESIA EN LA TIERRA
Hechos 1:1–6:7
Hechos 1:1–8
Ya hemos mencionado que Lucas habla de dos libros, haciendo del segundo la continuación del primero. Tuvo a su disposición mucha información para certificar la veracidad de sus afirmaciones. Además, por lo menos tres personas—según nosotros podemos observar—podían serle de mucha ayuda: Marcos, Pedro y Pablo. Éstas son claves, sobre todo en los trayectos de los viajes de Pablo. Además, había muchas otras fuentes de información que estaban disponibles, algunas conocidas y otras ni siquiera insinuadas en el libro, pero que conocían la historia desde sus comienzos (21:16).

Al leer cuidadosamente lo que Lucas quiere explicar a Teófilo nos encontramos de inmediato con las dos etapas del ministerio de Cristo. En el primer tratado habló acerca de lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar. Ahora, le seguirá mostrando lo que realizó como Cristo ascendido y glorificado. Miremos el cuadro que sigue.

ESCRITOS DE LUCAS


El cuadro señala la continuidad del ministerio del Señor Jesucristo tal como lo muestran los dos libros, dándole a la ascensión una posición trascendente. En el Evangelio está el principio y fin de su trabajo en Palestina. En Hechos describe el comienzo y desarrollo de la obra mundial.

Desde el siglo II, y a causa de esto, el título tradicional del libro ha sido “Hechos de los apóstoles”, y en algunos casos “Los hechos de los apóstoles”. Sin embargo, preferimos decirle simplemente “Hechos”, como parece que fue la tendencia en algunos manuscritos antiguos. Debido a la relación que tiene con el Espíritu Santo, tal como lo señalamos en el cuadro, muchos otros preferirían denominarlo “Los hechos del Espíritu Santo”. La base para esto último radica en las muchas maneras en que el Espíritu opera a lo largo de todo el escrito que abarca aproximadamente unos treinta años de historia.

Si somos equilibrados en nuestro juicio veremos que todas estas alternativas son ciertas. Si nos detenemos a ver los trabajos de Pedro y Juan (cap. 1–8), las giras de Pedro (cap. 10–12), Santiago—o Jacobo—en Jerusalén (cap. 15) y las extensas actividades de Pablo (cap. 9, 13–28), probablemente optemos por “Los hechos de los apóstoles”; pero si pensamos en los muchos otros que sin serlo (en el sentido de los doce o Pablo) fueron y vinieron llevando el evangelio, nos quedaremos sorprendidos. De modo que en un sentido sustancial es el Espíritu Santo quien opera, pero en otro, lo hace por medio de testigos y enviados que obedecen aun a riesgo de sus vidas.
Es por esta razón, reiteramos, que hemos preferido referirnos a este libro simplemente con el nombre de Hechos.

Los primeros dos versículos tratan de explicar los hechos del Señor Jesús “por medio del Espíritu Santo”, y muestran la vitalidad del evangelio a diferencia de lo que enseña cualquier religión. Para dichas creencias, los hechos de sus iniciadores son pasados. Todas las prácticas se relacionan con los años en que ellos vivieron.

En nuestro caso, tal como Lucas lo desea expresar, la vida del Señor fue solamente un comienzo. La preposición “hasta” con que comienza el v. 2 abre un capítulo inmenso para la historia del cristianismo que el mismo Lucas no pudo ver, ni aun millones y millones después de él.

Lo que se inició con la resurrección del Señor Jesús y su ascensión, sobrepasó la vida de todos los historiadores, porque constantemente el Espíritu ha revitalizado el ministerio de los hombres que levanta. Las lecciones que aprendemos del Jesús histórico se ensanchan con las del Jesús “kerygmático” (el Cristo proclamado), y se convierten en la fuerza transformadora del evangelio.

A. Los mandamientos

El texto dice que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo. Es decir que los apóstoles recibieron instrucciones muy expresas sobre el futuro que comenzarían a vivir. Al leer nuevamente sobre la relación entre Jesús y ellos, nos damos cuenta de la importancia de ser apóstol.

  a.      Los apóstoles habían sido escogidos por Él

Al relatar la elección de los doce, Lucas dice que Jesús había pasado “la noche” orando a Dios. A la mañana “llamó a sus discípulos [seguidores], y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles” (Lc. 6:12–13). La multitud estaba animada por tener un profeta hacedor de milagros, pero él tenía los ojos puestos en ese puñado de hombres a quienes enviaría a discipular las naciones.

Necesitaba sacarlos y prepararlos para que miraran a las gentes y aprendieran a identificarse con sus necesidades. Lucas dice que después de nominados, Jesús descendió con ellos del monte y “se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente”. 

Al escribir Hechos, Lucas utiliza por segunda vez el verbo eklego̅ (separar, seleccionar, elegir) cuando los hermanos eligen a dos personas para ocupar el espacio dejado por Judas. Oraron diciendo: “Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido” (1:24). La tercera vez que utiliza esta palabra es en el incidente de la conversión de Saulo y la resistencia de Ananías a asistirlo. El Señor le dijo a Ananías: “Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre” (9:15) (comp. 22:14–15).

De modo singular, Lucas describe una característica básica del propósito del Señor, que sus apóstoles fueran todos llamados al ministerio por él o por su expreso deseo, evitando interferencia extraña en el mensaje.

  b.      Los doce habían recibido una revelación especial

Marcos dice que el Señor “llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar” (Mr. 3:13). La doble intención que señala el escritor fue que tuvieran un mensaje basado en una relación con Jesús y no simplemente con datos pasajeros o una información tradicional.
Desde un comienzo Jesús quiso preparar testigos y no solamente comunicadores. Lucas dice que su escrito es para documentar cosas que eran “ciertísimas” entre ellos. Los predicadores del evangelio son embajadores y no sólo informantes. Los discípulos no componían la masa de seguidores desvinculados de la realidad, sino que eran un grupo selecto a quienes él les daría la oportunidad de conocerlo íntimamente para que posteriormente fueran sus testigos.

Los doce eran el fundamento de la nueva comunidad. Sabían cosas del Señor que nadie había oído (Mt. 13:11) y conocían secretos sobre su muerte y resurrección que nadie sabía. El candidato a ocupar el lugar de Judas debía saber tanto como lo que el traidor sabía, es decir, haber estado con Jesús “comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba” (1:22).

Era necesario que todos por igual tuvieran evidencias de que la persona resucitada era la misma que habían visto crucificar. Tanto los evangelistas (Ej. Pablo—1 Co. 15:2–7) como los demás tenían que conocer el poder de la resurrección. Tenían que saber con claridad que había tenido entrevistas con varias personas y tanto su amor como su ética era la del Jesús que los había llamado.

Ya vemos cuán importante era que tuvieran más que una simple información sobre lo sucedido. Es la presencia de Cristo lo que destruye las dudas y pone las cosas en su lugar. Durante sus apariciones (en distintas circunstancias y a diferentes personas) por cuarenta días, les fue dando muestras de su poder y comunicando nuevas dimensiones de sus propósitos.

Lucas dice que les habló acerca del “reino de Dios”. Como este asunto ya lo había abordado durante los tres años anteriores, es justo pensar que ahora con “las pruebas indubitables” en sus manos podía enseñarles algo más sobre el tema, especialmente en lo relacionado con la predicación del evangelio (8:12; 28:23, 31).
Lo trascendente de todo lo que oyeron de él es que pudieron aprender y aplicar algunas lecciones que no habían entendido antes. 

Lucas mismo dice que cuando les predijo su muerte y de su resurrección “ellos nada comprendieron de estas cosas” (Lc. 18:34). Pero también dice que el día que resucitó les abrió el entendimiento a los dos que iban a Emaús “para que comprendiesen las Escrituras” (Lc. 24:45). Posiblemente ésta sea la prueba más indubitable para los once (Jn. 2:22; 12:16), porque pudieron asociar lo que les repetía ahora con algunas enseñanzas que habían olvidado.

  c.      Les dio un mandato distinto (v. 4)

Antes de morir les había dicho: “que os améis unos a otros” (Jn. 13:34; 15:12). Ahora los mandamientos o instrucciones se extienden a otros campos. El v. 4 dice que “estando juntos” (posiblemente en una de las habituales comidas) les mandó que no se ausentaran de Jerusalén, es decir que no pusieran en actividad su propio programa de extensión del reino de Dios, sino el que estaba establecido (comp. Lc. 24:17).

La primera fase del programa era esperar el cumplimiento de la promesa. Ésta era la venida del Espíritu Santo (Lc. 24:49), del cual muchas cosas les había explicado la noche en que fue entregado (Jn. 14:26; 15:26; 16:7–13). 

Como es el Espíritu de verdad, necesitaban ser guiados por él para caminar el camino de la verdad.

Para ellos esperar era quedarse “dando vueltas” por Jerusalén. Este verbo (en gr. perimeno̅) que se utiliza aquí por única vez, les daba a entender el valor que tenía para el Señor la observación de las circunstancias, mucho más que simplemente “dar vueltas”. El Señor los invita a mirar alrededor, observar los detalles y ver la manera de actuar de Dios. Todo lo que se mueve a nuestro alrededor es una demostración de que Dios está en actividad.

B. La promesa (vv. 4–5)       

La “promesa del Padre” tenía siglos de vida (Is. 32:15; Jl. 2:28). Los grandes profetas creían que algún día Dios visitaría a su pueblo. Los que vivieron en el exilio (como Ezequiel por ejemplo) esperaban que Dios les mostrase cuándo ocurrirían los grandes cambios en los corazones de la nación (comp. Ez. 36:27) porque observaban que el pueblo no entendía la voz del Señor (Zac. 12:10). 

El Señor Jesús les había anticipado que el cumplimiento de la promesa estaba cerca (Lc. 24:49). Él mismo sería el medio para que se cumpliese: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros …” El “derramamiento” de Joel 2:28 es como un “vestido” en los labios del Señor Jesús. La promesa los investiría con poder (Ro. 13:14. Comp. 1 P. 3:3–4) y los uniría en un grupo.

Lucas volvió a repetir lo que ya había escrito en su primer tratado con el fin de enfatizar los puntos básicos. Dos temas sobresalientes ocuparon la atención de los cuarenta días: el reino de Dios y el cumplimiento de la promesa. No tenemos ningún síntoma de cómo relacionó a los dos, pero en el curso de nuestro estudio observaremos que el poder del Espíritu actuando de varias maneras era fundamental para la extensión del reino. Por esta razón sigue explicando “la promesa”.

Lo que en principio parecía ser un vestido es ahora similar a un bautismo. Juan había confirmado que su mensaje no admitía personas neutrales. Los que lo aceptaban tenían que bautizarse en señal de arrepentimiento y confesión. Los que no lo hacían, aunque demostraron estar de acuerdo, de hecho no aplicaban lo que oían. El bautismo de Juan dividió a su audiencia en dos: los que aceptaban y los que rechazaban.

Con el cumplimiento de la “promesa”, y el recibimiento del “don”, también tendría lugar el “bautismo en el Espíritu Santo”. Los que sabían cómo había sido con Juan, no podían evitar reconocer el “antes y el después” del bautismo en el Espíritu Santo que ocurriría “dentro de no muchos días” (1:5). Era el momento en que serían vestidos “con poder de lo alto”.

“Los que se habían reunido” (v. 6) interrumpieron la enseñanza con la misma duda que los había acompañado durante todo el tiempo que estuvieron con él. Lucas inicia el nuevo párrafo con una modalidad que utiliza a lo largo de todo su escrito. Nuestra versión la traduce como “entonces”, “así que” o “pero los que”, etc. (1:8; 2:41; 5:41; 8:4, 25; 9:31; 11:19; 12:5; 13:4; 15:3, 30; 16:5; etc.)

La duda era profunda y no se había disipado con las explicaciones que les había dado. Ellos querían saber si lo que habían oído era el mecanismo para la restitución del reino a Israel. De modo que la pregunta podría formularse así: La restitución del reino a Israel ¿viene juntamente con el Espíritu Santo o es un hecho aislado?

El término “restituir” significa volver a poner en su lugar (He. 13:19). De modo que lo que querían saber en realidad era: “Señor ¿volverás a reponer el rey sobre Israel? ¿lo hará el Espíritu Santo?” El Señor no contestó la pregunta formulada en estos términos porque se hubiera apartado de los objetivos presentes del reino de Dios (comp. 1 Ts. 5:1; Tit. 1:2).

Les respondió algo así como: “no es competencia de ustedes saber lo que Dios ha reservado para sí” (comp. Dt. 29:29). Les habló de “los tiempos” como el espacio que mediaba entre ellos y el día que esperaban; y las “sazones” como a los sucesos que habían de acaecer durante ese tiempo. 

Si pusiéramos esa respuesta en el idioma de hoy diríamos: “no les corresponde a ustedes saber cuánto tiempo hay entre este momento y la venida del rey, ni tampoco cuáles serán los hechos que lo caracterizarán (comp. Mt. 24:36). 

La instauración del reino de Israel es algo futuro por lo cual no deben luchar ahora”. Es un tema que el Padre “ha determinado por su propia autoridad” (comp. 17:26).

Sin embargo, los apóstoles estaban aún equivocados porque confundían el reino de Israel con el reino de Dios. Lo que el Señor les respondió está relacionado con el reino de Dios para la promoción del cual les había preparado.

Convendría dejar aclarados algunos detalles:

  a.      El reino de Dios es actualmente espiritual

Lucas señala cómo el pueblo anhelaba ardientemente la venida del Mesías libertador (Lc. 2:25, 38; 23:51). Durante su ministerio, el Señor Jesús proclamó la “entrada” al reino por medio del arrepentimiento y la fe. 

El término aramaico malkuth es más propiamente “soberanía”, es decir un estilo de gobierno más que un espacio territorial. “Buscar primeramente el reino y su justicia” es preparar el camino para el gobierno de Dios y esperar que por su medio venga todo lo demás (comp. Mt. 6:33). En Marcos 10:23–24 leemos de la reacción del Señor Jesús al rechazo del joven rico. Dijo que era muy difícil que entraran al reino los que confían en sus riquezas. Mas adelante al leer el v. 30, advertimos que para él (Cristo), entrar en el reino de Dios es igual a entrar en la vida eterna.

Según Lucas mismo lo explicó, en Jesucristo el reino se presentó como un mensaje de poder, respaldado por milagros y prodigios. Al narrar la gira de los setenta, dice que el Señor les dio instrucciones precisas sobre las labores: “Sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios”. Si eran rechazados cometían el grave pecado de despreciar el reino: “Sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros” (Lc. 10:9–11). 

Al volver, los setenta dieron un informe triunfalista de la gira, señalando que hasta los demonios se les sujetaban en el nombre de Cristo. Fue una buena ocasión para que Jesús les recordara que no debían regocijarse sólo por esto sino más bien porque podían agradecer la procedencia de la autoridad con que se manejaban y administraban (Lc. 10:20).

Ahora nuevamente estamos en vísperas de una labor misionera y otra vez se plantea el tema del poder y autoridad. Pero es diferente. El poder (gr. dynamis) que recibirían cuando viniera el Espíritu Santo es resistente y no temporal, como en el caso de la gira. Habría de operar en ellos una inmediata transformación porque los convertiría en testigos habilitados para dar sus vidas por el nombre de Cristo.

El reino no necesitaba espadas o armaduras humanas para la conquista; necesitaba testigos con poder interior que demostraran con sus vidas la potencia transformadora del Cristo resucitado (comp. 2:32; 3:15; 5:32; 10:39; 13:31; 22:15).

  b.      El reino de Dios no está vinculado a un solo pueblo

La explicación del propósito de Dios que habían recibido era distinta a lo que imaginaban. No debían confundir el reino de Israel con el reino de Dios, porque este último hacía que cada súbdito fuera testigo “hasta lo último de la tierra”. El Señor les trazó los círculos de actividad comenzando desde Jerusalén donde “el reino” había sido rechazado, y desde allí seguirían avanzando (13:47). Algunos creen que para aquellos días “lo último de la tierra” era llegar a Roma. Si así fuera, Lucas cumple su propósito trabajando hasta que Pablo llegó a la capital del imperio.

El libro se puede dividir en: 
(1) Jerusalén (caps. 1–7); 
(2) Judea y Samaria (8:1–25); 
(3) “hasta lo último de la tierra” (8:26–28:31).

Cada lugar es un nuevo descubrimiento, cada persona un desafío distinto. Judíos, samaritanos, griegos, religiosos, paganos, siervos, libres, varón o mujer, etc., todos ingresan al reino cumpliendo los mismos requisitos. Para evitar la separación que podrían provocar los nacionalismos o los intentos étnicos de superioridad, Dios estableció que “nuestra ciudadanía está en los cielos” (Fil. 3:20) y no en el Imperio Romano o en algún otro lugar de la tierra.

Componemos una comunidad de salvados. Estamos dentro del reino de Dios y el reino está dentro de nosotros. Esto nos lleva a otro tema que el Señor Jesús también explicó.

  c.      El reino de Dios está delante de nosotros como una misión

La pregunta de “los que se habían reunido” no tenía relación alguna con la expansión del mensaje del evangelio. En cambio, la respuesta concordaba con lo que habían oído en Cesarea de Filipo acerca de las “llaves del reino” (Mt. 16:19). Se trataba de que la nueva comunidad fuera testigo de Dios abriendo puertas para muchos corazones sedientos.
Por siglos ya, desde aquellos días el reino ha vivido la expansión, algunas veces visible y otras veces invisible. Pero la manera en que se extendió fue extraordinaria. Si pensamos en que eran sólo ciento veinte los reunidos cuando vino el Espíritu (1:5) y en Pentecostés se agregaron como tres mil más (2:41), nos damos cuenta del rigor con que Dios comenzó a operar. Pero a esto le sumamos cinco mil más algunos días después (4:4) y la sorpresa de las autoridades religiosas por la conmoción. Las cosas siguieron adelante (4:32–6:1, 7) y después de la persecución en los días de Esteban, Samaria recibió el mensaje (8:14) y los que habitaban en Lida y Sarón se convirtieron al Señor (9:35). También muchos en Jope (9:42) oyendo el mensaje eran salvos, y los esparcidos por la persecución en los días de Esteban salieron por todas partes, algunos de los cuales llegaron a Siria. En Antioquía una multitud recibió al Señor (11:21). No sabemos qué ocurrió con los que fueron en otras direcciones.
Posteriormente, Saulo y Bernabé salieron a predicar por Galacia y esparcieron el mensaje por toda la región (13:48–49). Desde Antioquía de Pisidia y por toda el Asia Menor se extendía el evangelio en numerosas iglesias que aumentaban constantemente en número (16:5). Pero el mensaje ingresó también en Europa, y los puntos más duros de Grecia se conmovieron por la predicación (Filipos, Tesalónica, Berea y Corinto—16:10; 17:4, 12; 18:10) y desde allí a muchos otros lugares hasta llegar a Roma (Ro. 15:19; Hch. 19:2; 28:24).
Miles y miles de personas de diversas lenguas, culturas y dialectos entraron en el reino de Dios alabando por la gracia de la vida eterna.
Hemos podido constatar que en el propósito de Dios “hasta lo último de la tierra” no es Roma sino el mundo entero. La historia sigue mostrando que todo el mundo está bajo el ojo de Dios. Él se encarga de preparar y enviar a sus siervos a los lugares más remotos para que se cumpla el mandato: “Id y haced discípulos a las naciones”. A medida que los embajadores caminan, aprenden nuevas verdades sobre el poder de Dios.
Así llegamos hasta nuestro día. Como aquellos discípulos nosotros también solemos abandonar nuestra responsabilidad de ser testigos. Nos acostumbramos a ser ciudadanos de nuestras patrias terrenales y nada más. Pero es posible que al estudiar estos versículos, también aprendamos a recrearnos en lo que debemos hacer, y no a tratar de seguir buscando argumentos para permanecer paralíticos.

C. La misión (v. 8)

Para confirmar la misión el Señor les anunció que recibirían poder del cielo cuando viniera sobre ellos el Espíritu Santo.

Para nosotros, como seres humanos, nada es más estimulante que poseer fuerza. No la podemos crear, pero nos encanta reunirla de todos modos y dominar. Son los elementos que hacen posible que seamos grandes y los demás nos sirvan. No obstante, aquí el Señor Jesús no les está prometiendo poder físico como el de Sansón o el del ejército romano, posible de ser controlado por los hombres. No, les anuncia la venida del poder de Dios que los controlaría a ellos. Es el poder proveniente de la unión vital con el Dios eterno. En ese momento quedaría totalmente cumplida la promesa que tendría siempre evidencias frescas y renovadas.

El Espíritu los capacitaría de tal modo que podrían vivir y explicar a otros las maravillas de Dios. Los seres humanos que no conocían la verdad serían impactados por el modo de reprochar del Espíritu y se convertirían al Señor.

Para los apóstoles en aquella hora como para nosotros ahora, la presencia del Consolador cambia todas las cosas. La enseñanza y la guía a toda la verdad (Jn. 16:13) son una garantía para el ministerio en terreno desconocido y lleno de adversidad. Su sabiduría y su poder son también una evidencia de la presencia de Dios. 

El es el Morador permanente que abre el sentido y santifica las conciencias para hacer la voluntad de Dios.

  a.      Todos serían ordenados como testigos

La venida del Espíritu no sólo sería una prueba de la fidelidad de Dios en cumplir su promesa. Sería además una preparación para esparcir el evangelio al mundo. El soplo (gr. pneuma) de Dios que podía unirlos en un cuerpo, también los constituía en testigos competentes (2:32; 3:15, etc.) Una de las características de estas personas es la valentía para decir lo que han visto y oído. Exponer ante el juez en presencia de los acusadores la verdad de lo que está en curso y demostrar que no solamente hablan sino que también viven lo que dicen.

  b.      Todos deberían operar bajo el poder del Espíritu

El poder les había sido necesario para subsistir hasta ese presente. Pero el que habrían de recibir era la credencial del evangelio (4:33; 6:8) para vivir la victoria. El Señor Jesús dejó bien claro los principios de autoridad con que se manejaba el reino de Dios. Operamos bajo esos principios y cumplimos los estatutos que agradan a sus planes.

  c.      Todos tenían que transmitir el conocimiento de Cristo

“Me seréis testigos” significa mucho más que simplemente ser “testigos míos”. Significa más vale que “ustedes son los testigos que yo pongo para que me representen”. No se limitarían únicamente a una ceremonia forense o judicial sino a hablar en todas partes lo que Jesucristo era y había hecho. Así como un buen cuadro es el mejor testimonio para un artista, o un buen libro para un autor; los santos son los mejores testigos del Señor. Tales testigos saben y hablan de Cristo y para Cristo, con experiencias personales de su amor y poder.

  d.      Todos tenían que moverse en un campo amplio de labor

Era muy difícil el servicio que el Señor Jesús les proponía. Ser testigos en Jerusalén era casi imposible bajo las condiciones imperantes después de lo acontecido con el Señor Jesús.

Sin embargo, las condiciones cambiarían muy pronto. El testimonio sería difícil pero no imposible, y muchos opositores se convertirían al evangelio: Jerusalén sería el lugar para la recepción del Espíritu y también el sitio donde los testigos comenzarían a actuar. 

La promesa se cumplió en la tierra prometida y allí también se vivió por primera vez la plenitud del gozo. Posteriormente, otros lugares blancos para la siega (Jn. 4:35) tuvieron la experiencia de los hebreos, y así se expandió la obra misionera tal como lo veremos más adelante.

DESCARGAR


martes, 6 de octubre de 2015

Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador...y vosotros estáis completos en él

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6








CRISTO LA PLENITUD DE LA DEIDAD
PREDICAR A CRISTO COMO LA PLENITUD DE LA DEIDAD CORPORALMENTE
Y LA IGLESIA COMO LA PLENITUD DE CRISTO
(PLENITUD = PLEROMA, AQUELLO DE LO QUE ALGO ESTÁ LLENO)

I. LA PLENITUD DE LA TIERRA PERTENECE A DIOS.
          A. Salmo 24:1, “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan”.
          B. 1 Corintios 10:26  “porque del Señor es la tierra y su plenitud”.
          C. Nunca olvidemos esto: Dios creó la tierra y la sostiene cada día y cada momento. Todo pertenece a Dios.

II. TODA LA PLENITUD DE LA DEIDAD HABITA CORPORALMENTE EN CRISTO.
          A. Colosenses 2:9, “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud (la totalidad) de la Deidad (poderes y atributos divinos)”. Los atributos de Dios no están repartidos entre varios seres sobrenaturales (intermediarios, “eones”) como enseñaban los gnósticos, sino que la totalidad de los atributos de Dios, el ser completo de Dios, se demuestran en Cristo, el único Mediador (1 Timoteo 2:5).
          B. Colosenses 1:19, “Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud”.
          C. Con razón leemos (Apocalipsis 5:13), “Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir:Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos”.

III. LA IGLESIA DE CRISTO LA CUAL ES SU CUERPO ES LA PLENITUD DE AQUEL QUE TODO LO LLENA EN TODO.
          A. Juan 1:16, “Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia”.
          B. Efesios 1:23 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. En este texto Pablo habla de la iglesia como el complemento de Cristo. ¡Qué elogio para la iglesia!
                   1. Desde luego, Cristo existe aparte de la iglesia, pero este texto habla de la gran dignidad de la iglesia como complemento de Cristo. En un sentido muy importante la iglesia sirve para completar a CristoLa iglesia existe para exaltar a Cristo como Cabeza, Rey, Marido y Pastor.
                   2. Cristo es Cabeza, pero como Cabeza necesita cuerpo y el cuerpo (iglesia) de Cristo es “la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. Cristo es Rey, pero como Rey necesita súbditos o ciudadanos. Cristo es el Marido, pero esto indica que tiene esposa. Cristo es Pastor, pero como Pastor necesita rebaño.
                   3. Es un gran honor ser miembro de la iglesia de Cristo. Muchos dicen que no es necesario ser miembro de la iglesia. Si hablan de iglesias establecidas por los hombres (y mujeres), tienen razón, pero Hechos 2:37-47 enseña claramente que los que fueron bautizados para el perdón de los pecados fueron añadidos a la iglesia (la iglesia que Cristo prometió establecer, Mateo 16:18, y que quedó establecida el día de Pentecostés). Por lo tanto, los que no son miembros de la iglesia no son salvosEfesios 5:23, “Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador”. Pablo no dice que Cristo es el Salvador de las iglesias establecidas por los hombres y mujeres. Es el Salvador de la iglesia que Él mismo estableció.
          C. Efesios 3:19,  “seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”. Colosenses 2:10 dice “y vosotros estáis completos en él”.
                   1. Estos textos enseñan que los que obedezcan al evangelio y perseveren como fieles miembros de su iglesia son llenos de todas las cualidades divinas.
                   2. Romanos 15:13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
                   3. Filipenses 1:11, “llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo”.
                   4. Filipenses 4:19, “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.
                   5. Colosenses 1:9, “ Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual”.
                   6. Efesios 5:18, “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. Si estamos “completos” en Cristo, entonces de seguro seremos “llenos del Espíritu”.
          D. Efesios 4:11-13  “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.
          E. Colosenses 2:9, 10, “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. Los cristianos estamos completos en Cristo y no tenemos necesidad de los falsos mediadores inventados por los hombres, sean gnósticos o católicos. Tampoco necesitaban la circuncisión física porque “en Él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo”.
          F. Estos textos nos aseguran que en Cristo y su evangelio estamos completos y, por eso, no tenemos necesidad del judaísmo, ni de los muchos reglamentos humanos del clero católico, los adventistas, los testigos, los pentecostales, etc. Gracias a Dios, en Cristo estamos completos.
IV. LA PALABRA “PLENO” ES PALABRA CLAVE PARA EL CRISTIANO.
          A. Colosenses 2:2, “para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo”.
          B. Colosenses 3:10, “y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”.
          C. 1 Tesalonicenses 1:5, “ pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros”.
          D. Hebreos 6:11, “Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza”.
          E. Romanos 15:29, “Y sé que cuando vaya a vosotros, iré en la plenitud de la bendición de Cristo” (LBLA). Aunque llegara como prisionero de Roma Pablo llegaría con la plenitud de las bendiciones del evangelio para ellos como para sí mismo. La palabra de Dios no está presa.
          CONCLUSIÓN.
          A. ¡Qué textos más sublimes que elogian a Cristo y su iglesia! Exaltan a Cristo y describen el honor y la dignidad que la iglesia recibe de Cristo como su cuerpo.
          B. Los que de cualquier manera menosprecien a la iglesia al mismo tiempo menosprecian a Cristo.
          C. Los testigos contra Jehová se unen a los gnósticos denigrando a Cristo. Los gnósticos enseñaban que Cristo es meramente uno de los intermediarios (ángeles) entre Dios y el hombre y los testigos enseñan que Cristo era en realidad un ángel creado por Dios. Toda “religión” que niegue la Deidad absoluto de Cristo lo niegan (Mateo 10:33) y en el Día Final darán cuenta de sus blasfemias.
          D. Muchísimos religiosos prefieren tener sus propia iglesias con sus propios nombres, su propio culto, su propia organización y obra, en lugar de simplemente obedecer al evangelio de la gracia de Dios, hablar de cosas bíblicas con palabras bíblicas y, en fin, seguir los caminos de Dios en lugar de sus propios caminos. (Isaías 58:8, 9).
DESCARGAR

domingo, 5 de abril de 2015

Arma tus sermones con este semillero homilético: Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


Iglesia, anticipaciones del AT 

Sinopsis
Como pueblo de Dios, la iglesia cristiana es continua con Israel. El AT proporciona importantes anticipaciones de la iglesia.
Términos del AT para el pueblo de Dios
Los descendientes de Abraham
2 Cr 20.7; Is 41.8–9; Ro 4.16; Gl 3.7 “hijos de Abraham” en el NT se refiere a aquellos que, como Abraham, ponen su fe en Dios
2º Crónicas 20.7 (RVR60) — 7 Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?
Isaías 41.8–9 (RVR60) — 8 Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. 9 Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.
Romanos 4.16 (RVR60) — 16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros
Gálatas 3.7 (RVR60) — 7 Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.
Los santos
El término “santos” significa “apartado para Dios”, “hecho santo”, y es el término más frecuentemente usado en el NT para los cristianos:
1º Samuel 2.9 (RVR60) — 9 El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
2º Crónicas 6.41 (RVR60) — 41 Oh Jehová Dios, levántate ahora para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu poder; oh Jehová Dios, sean vestidos de salvación tus sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad.
Salmo 16.3 (RVR60) — 3 Para los santos que están en la tierra, Y para los íntegros, es toda mi complacencia.
Salmo 31.23 (RVR60) — 23 Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; A los fieles guarda Jehová, Y paga abundantemente al que procede con soberbia.
Daniel 7.18 (RVR60) — 18 Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre.
La asamblea
“Asamblea” significa “una comunidad reunidos respondiendo al llamado de Dios para servir y adorarlo”. Su equivalente en el NT incluye la sinagoga y la iglesia:
Salmo 1.5 (RVR60) — 5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.
Salmo 107.32 (RVR60) — 32 Exáltenlo en la congregación del pueblo, Y en la reunión de ancianos lo alaben.
Salmo 149.1 (RVR60) — 1 Aleluya. Cantad a Jehová cántico nuevo; Su alabanza sea en la congregación de los santos.
El alcance del pueblo de Dios del AT
Israel como pueblo de Dios
Éxodo 6.7 (RVR60) — 7 y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto.
Éxodo 19.5–6 (RVR60) — 5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
Levítico 26.12 (RVR60) — 12 y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo.
Jeremías 30.22 (RVR60) — 22 Y me seréis por pueblo, y yo seré vuestro Dios.
Ezequiel 36.28 (RVR60) — 28 Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.
Oseas 2.23 (RVR60) — 23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.
No todos los israelitas son el pueblo de Dios
Ro 9.6–7 incluso dentro de Israel hay creyentes y no creyentes. Ver también; Esd 9.8 los israelitas quienes creyeron eran a veces llamados “un remanente”; Is 1.9; Is 11.11; Is 11.16; Jr 23.3; Ez 14.22; Mi 2.12
Romanos 9.6–7 (RVR60) — 6 No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.
Esdras 9.8 (RVR60) — 8 Y ahora por un breve momento ha habido misericordia de parte de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre, y para darnos un lugar seguro en su santuario, a fin de alumbrar nuestro Dios nuestros ojos y darnos un poco de vida en nuestra servidumbre.
Isaías 1.9 (RVR60) — 9 Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.
Isaías 11.11 (RVR60) — 11 Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.
Isaías 11.16 (RVR60) — 16 Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.
Jeremías 23.3 (RVR60) — 3 Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán.
Ezequiel 14.22 (RVR60) — 22 Sin embargo, he aquí quedará en ella un remanente, hijos e hijas, que serán llevados fuera; he aquí que ellos vendrán a vosotros, y veréis su camino y sus hechos, y seréis consolados del mal que hice venir sobre Jerusalén, de todas las cosas que traje sobre ella.
Miqueas 2.12 (RVR60) — 12 De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres.
El pueblo de Dios incluía a no israelitas
Isaías 2.2–3 (RVR60) — 2 Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. 3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Éxodo 12.38 (RVR60) — 38 También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado.
Éxodo 12.48–49 (RVR60) — 48 Mas si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella. 49 La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros.
Deuteronomio 31.12 (RVR60) — 12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley;
Rut 4.10–11 (RVR60) — 10 Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy. 11 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén.
La formación del pueblo de Dios del AT
El pueblo de Dios es formado por medio de las promesas de Dios
Génesis 12.2 (RVR60) — 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Génesis 15.5 (RVR60) — 5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
Génesis 17.5–6 (RVR60) — 5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.6 Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
Génesis 22.17–18 (RVR60) — 17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Éxodo 1.7 (RVR60) — 7 Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra.
El pueblo de Dios es elegido y llamado
Deuteronomio 7.6 (RVR60) — 6 Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
Ver también 1 Cr 16.13 ; Sal 33.12 ; Ez 20.5
1º Crónicas 16.13 (RVR60) — 13 Oh vosotros, hijos de Israel su siervo, Hijos de Jacob, sus escogidos.
Salmo 33.12 (RVR60) — 12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para sí.
Ezequiel 20.5 (RVR60) — 5 y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: El día que escogí a Israel, y que alcé mi mano para jurar a la descendencia de la casa de Jacob, cuando me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano y les juré diciendo: Yo soy Jehová vuestro Dios;
El pueblo de Dios ha sido redimido
Deuteronomio 5.6 (RVR60) — 6 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
Ver también Éx 6.6 ; Éx 19.4 ; Ez 20.6
Éxodo 6.6 (RVR60) — 6 Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes;
Éxodo 19.4 (RVR60) — 4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
Ezequiel 20.6 (RVR60) — 6 aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras;
Dios formó un pacto con su pueblo
Éxodo 24.8 (RVR60) — 8 Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
Éxodo 19.5 (RVR60) — 5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Éxodo 34.10 (RVR60) — 10 Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo.
Éxodo 34.27 (RVR60) — 27 Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel.
Deuteronomio 4.13 (RVR60) — 13 Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.
Jueces 2.1 (RVR60) — 1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros,
Jeremías 31.31 (RVR60) — 31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
Imágenes en el AT del pueblo de Dios
Como la novia de Dios
Jr 2.2 Esta imagen del AT es retomada en las muchas referencias a Jesucristo como el esposo y la iglesia como su esposa. Ver también; Is 62.5; Os 2.16; Os 2.19–20; Ef 5.25–27; Ap 21.2
Jeremías 2.2 (RVR60) — 2 Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.
Isaías 62.5 (RVR60) — 5 Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo.
Oseas 2.16 (RVR60) — 16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.
Oseas 2.19–20 (RVR60) — 19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. 20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.
Efesios 5.25–27 (RVR60) — 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Apocalipsis 21.2 (RVR60) — 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
Como la vid de Dios
Isaías 5.1–7 (RVR60) — 1 Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil.2 La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres. 3 Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. 4 ¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres? 5 Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. 6 Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella. 7 Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor.
Estos pasajes forman el trasfondo a la declaración de Jesucristo que él es la vid verdadera (Jn 15:1):
Salmo 80.8 (RVR60) — 8 Hiciste venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la plantaste.
Jeremías 2.21 (RVR60) — 21 Te planté de vid escogida, simiente verdadera toda ella; ¿cómo, pues, te me has vuelto sarmiento de vid extraña?
Ezequiel 17.5–6 (RVR60) — 5 Tomó también de la simiente de la tierra, y la puso en un campo bueno para sembrar, la plantó junto a aguas abundantes, la puso como un sauce.6 Y brotó, y se hizo una vid de mucho ramaje, de poca altura, y sus ramas miraban al águila, y sus raíces estaban debajo de ella; así que se hizo una vid, y arrojó sarmientos y echó mugrones.
Ezequiel 19.10 (RVR60) — 10 Tu madre fue como una vid en medio de la viña, plantada junto a las aguas, dando fruto y echando vástagos a causa de las muchas aguas.
Oseas 10.1 (RVR60) — 1 Israel es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo; conforme a la abundancia de su fruto multiplicó también los altares, conforme a la bondad de su tierra aumentaron sus ídolos.
Como el rebaño de Dios
Salmo 95.7 (RVR60) — 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz,
Salmo 74.1 (RVR60) — 1 ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?
Salmo 77.20 (RVR60) — 20 Condujiste a tu pueblo como ovejas Por mano de Moisés y de Aarón.
Salmo 100.3 (RVR60) — 3 Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Isaías 40.11 (RVR60) — 11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.
Zacarías 9.16 (RVR60) — 16 Y los salvará en aquel día Jehová su Dios como rebaño de su pueblo; porque como piedras de diadema serán enaltecidos en su tierra.
Mateo 26.31 (RVR60) — 31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.
Zacarías 13.7 (RVR60) — 7 Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos.
Lucas 12.32 (RVR60) — 32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
Juan 10.16 (RVR60) — 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
La iglesia del NT también es descrita como un rebaño:
Hechos de los Apóstoles 20.28–29 (RVR60) — 28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. 29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.
1 Pedro 5.2–3 (RVR60) — 2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.
Como heredad de Dios
Deuteronomio 4.20 (RVR60) — 20 Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día.
Ver también Sal 28.9 ; Sal 33.12 ; Is 19.25 ; Mal 3.17
Salmo 28.9 (RVR60) — 9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; Y pastoréales y susténtales para siempre.
Salmo 33.12 (RVR60) — 12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para sí.
Isaías 19.25 (RVR60) — 25 porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Malaquías 3.17 (RVR60) — 17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
Como la familia de Dios
Amós 3.1–2 (RVR60) — 1 Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:2 A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades.
Éxodo 4.22–23 (RVR60) — 22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.23 Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.
Deuteronomio 1.31 (RVR60) — 31 Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.
Deuteronomio 32.6 (RVR60) — 6 ¿Así pagáis a Jehová, Pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? El te hizo y te estableció.
Salmo 103.13 (RVR60) — 13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.
Isaías 1.2 (RVR60) — 2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.
Isaías 30.9 (RVR60) — 9 Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová;
Oseas 11.1 (RVR60) — 1 Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
Malaquías 2.10 (RVR60) — 10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres?
Requisitos del pueblo de Dios
Para obedecer la palabra de Dios
Deuteronomio 5.1 (RVR60) — 1 Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra.
Éxodo 24.3 (RVR60) — 3 Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho.
Deuteronomio 6.1–3 (RVR60) — 1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla;2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.3 Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.
Deuteronomio 13.4 (RVR60) — 4 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis.
Josué 1.7 (RVR60) — 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
1º Samuel 15.22 (RVR60) — 22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.
Para recordar su redención
Deuteronomio 5.15 (RVR60) — 15 Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.
Ver también Dt 7.18 ; Dt 15.15 ; Dt 16.12 ; Sal 105.5
Deuteronomio 7.18 (RVR60) — 18 no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto;
Deuteronomio 15.15 (RVR60) — 15 Y te acordarás de que fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te rescató; por tanto yo te mando esto hoy.
Deuteronomio 16.12 (RVR60) — 12 Y acuérdate de que fuiste siervo en Egipto; por tanto, guardarás y cumplirás estos estatutos.
Salmo 105.5 (RVR60) — 5 Acordaos de las maravillas que él ha hecho, De sus prodigios y de los juicios de su boca,
Para conmemorar su redención
Éx 12.25–27 el enfoque de la conmemoración de Israel de su redención fue la pascua, que es una de las ceremonias como fondo de la cena del Señor. Ver también; Nm 9.2–3; Dt 16.1; Lc 22.14–20
Éxodo 12.25–27 (RVR60) — 25 Y cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como prometió, guardaréis este rito. 26 Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, 27 vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.
Números 9.2–3 (RVR60) — 2 Los hijos de Israel celebrarán la pascua a su tiempo.3 El decimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la celebraréis a su tiempo; conforme a todos sus ritos y conforme a todas sus leyes la celebraréis.
Deuteronomio 16.1 (RVR60) — 1 Guardarás el mes de Abib, y harás pascua a Jehová tu Dios; porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de noche.
Lucas 22.14–20 (RVR60) — 14 Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. 15 Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! 16 Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. 17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; 18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. 19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
Amar a Dios incondicionalmente
Deuteronomio 6.5 (RVR60) — 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Ver también Dt 10.12 ; Dt 11.1 ; Dt 19.9 ; Jos 23.11
Deuteronomio 10.12 (RVR60) — 12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
Deuteronomio 11.1 (RVR60) — 1 Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días.
Deuteronomio 19.9 (RVR60) — 9 siempre y cuando guardares todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a Jehová tu Dios y andes en sus caminos todos los días; entonces añadirás tres ciudades más a estas tres,
Josué 23.11 (RVR60) — 11 Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios.
Las marcas del pueblo de Dios
La circuncisión como una marca del pueblo de Dios
Génesis 17.10–14 (RVR60) — 10 Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. 11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12 Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. 13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. 14 Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.
Levítico 12.3 (RVR60) — 3 Y al octavo día se circuncidará al niño.
La circuncisión tenía que ser tanto interna como externa, como una señal de compromiso espiritual con Dios:
Deuteronomio 10.16 (RVR60) — 16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.
Deuteronomio 30.6 (RVR60) — 6 Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
Jeremías 4.4 (RVR60) — 4 Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.
Romanos 2.27 (RVR60) — 27 Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley.
Colosenses 2.11 (RVR60) — 11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
La presencia de Dios
Éxodo 25.8 (RVR60) — 8 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.
Éxodo 33.15–16 (RVR60) — 15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 16 ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?
Éxodo 40.35 (RVR60) — 35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.
Números 10.33–36 (RVR60) — 33 Así partieron del monte de Jehová camino de tres días; y el arca del pacto de Jehová fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso. 34 Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día, desde que salieron del campamento. 35 Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen. 36 Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de millares de Israel.
2º Crónicas 5.14 (RVR60) — 14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
DOWNLOAD HERE>>>
http://www.ermail.es/link/TCVmmA2ccJJaaATCeC7CmA7CjaallVaa
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html