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domingo, 6 de octubre de 2013

Lectura diaria de La Biblia: Génesis 18 - 20 RV Actualizada

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial

Nueva promesa del nacimiento de Isaac
18 Jehovah se apareció a Abraham  en el encinar de Mamre, cuando él estaba sentado en la entrada de la tienda, en el pleno calor del día. 2 Alzó sus ojos y miró, y he aquí tres hombres que estaban de pie frente a él. Y al verlos, corrió desde la entrada de la tienda para recibirlos, y se postró a tierra. 3 Y dijo:
—Señor, si he hallado gracia ante tus ojos, por favor, no pases de largo a tu siervo. 4 Que se traiga un poco de agua para que lavéis vuestros pies y os recostéis debajo del árbol. 5 Yo traeré un pedazo de pan, y repondréis vuestras fuerzas y después proseguiréis; porque para esto habéis pasado cerca de vuestro siervo.
Ellos dijeron:
—Sí; haz así como dices.
6 Entonces Abraham fue de prisa a la tienda de Sara y le dijo:
—Toma rápidamente tres medidas  de harina fina, amásala y prepara unas tortas.
7 Luego corrió Abraham a donde estaban las vacas y tomó un ternero tierno y bueno, y se lo dio al mozo; y éste se dio prisa para prepararlo. 8 Después tomó mantequilla, leche y el ternero que había preparado, y lo puso delante de ellos. Y mientras comían, él se quedó de pie junto a ellos debajo del árbol. 9 Ellos le preguntaron:
—¿Dónde está Sara tu mujer?
El respondió:
—Adentro, en la tienda.
10 Entonces dijo:
—Ciertamente volveré a ti después del tiempo que dura el embarazo, y he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo.
Sara escuchaba junto a la entrada de la tienda que estaba detrás de él. 11 Abraham y Sara eran ancianos, de edad avanzada. A Sara le había cesado ya la regla de las mujeres. 12 Y Sara se reía dentro de sí, diciendo: "Después que he envejecido, ¿tendré placer, siendo también anciano mi señor?" 13 Entonces Jehovah dijo a Abraham:
—¿Por qué se ríe Sara, diciendo: "¿Realmente he de dar a luz siendo vieja?" 14 ¿Acaso existe para Jehovah alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, después del tiempo que dura el embarazo, y Sara habrá tenido un hijo.
15 Entonces Sara, porque tuvo miedo, negó diciendo:
—No me he reído.
Pero él dijo:
—No, sino que sí te has reído.
Abraham pide por Sodoma y Gomorra
16 Los hombres se levantaron de allí y miraron hacia Sodoma. Abraham iba con ellos para despedirlos.
17 Entonces Jehovah dijo:
—¿He de encubrir a Abraham lo que voy a hacer, 18 habiendo de ser Abraham una nación grande y poderosa, y que en él han de ser benditas todas las naciones de la tierra? 19 Porque yo le he escogido y sé que mandará a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino de Jehovah, practicando la justicia y el derecho, para que Jehovah haga venir sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él. 20 - Además Jehovah dijo-: Ciertamente el clamor de Sodoma y de Gomorra es grande, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo. 21 Descenderé, pues, para ver si han consumado su maldad, según el clamor que ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré.
22 Los hombres partieron de allí y se fueron a Sodoma. Pero Abraham quedó todavía delante de Jehovah. 23 Entonces Abraham se acercó y dijo:
—¿Destruirás también al justo con el culpable? 24 Quizás haya cincuenta justos dentro de la ciudad; ¿la destruirás con todo y no perdonarás el lugar por causa de los cincuenta justos que estén dentro de ella? 25 Lejos esté de ti hacer tal cosa: hacer morir al justo con el culpable, y que el justo sea tratado como el culpable. ¡Lejos esté de ti! El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
26 Entonces respondió Jehovah:
—Si hallo en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré todo el lugar en consideración a ellos.
27 Intervino Abraham y dijo:
—He aquí, ya que he comenzado a hablar con mi Señor, a pesar de que soy polvo y ceniza, 28 quizás falten cinco para ser cincuenta justos. ¿Destruirás por aquellos cinco toda la ciudad?
Le respondió:
—No la destruiré, si encuentro allí cuarenta y cinco.
29 Volvió a hablarle diciendo:
—Quizás se encuentren allí cuarenta …
Y respondió:
—No lo haré en consideración a los cuarenta.
30 Abraham  le dijo:
—Por favor, no se enoje mi Señor si hablo: Quizás se encuentren allí treinta …
Y respondió:
—No lo haré, si encuentro allí treinta.
31 Y dijo:
—He aquí, ya que he empezado a hablar a mi Señor, quizás se encuentren allí veinte …
Y respondió:
—No la destruiré en consideración a los veinte.
32 Volvió a decir:
—Por favor, no se enoje mi Señor, si hablo sólo una vez más: Quizás se encuentren allí diez …
Y respondió:
—No la destruiré en consideración a los diez.
33 Y Jehovah se fue luego que acabó de hablar con Abraham. Y Abraham regresó a su lugar.
 


Lot y sus hijas son librados de la ruina
19 Los dos ángeles llegaron a Sodoma al anochecer. Lot estaba sentado junto a la puerta de Sodoma, y al verlos se levantó Lot para recibirlos postrándose a tierra. 2 Y les dijo:
—He aquí, señores míos, venid, por favor, a la casa de vuestro siervo; pasad la noche y lavaos vuestros pies. Por la mañana os levantaréis temprano y seguiréis vuestro camino.
Pero ellos respondieron:
—No, sino que pasaremos la noche en la calle.
3 Pero él les insistió mucho; así que fueron con él y entraron en su casa. El les preparó un banquete; hizo panes sin levadura y comieron. 4 Pero antes de que se acostasen, los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa. 5 Y llamaron a Lot y le dijeron:
—¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácanoslos, para que los conozcamos.
6 Entonces Lot salió a ellos a la puerta, cerró la puerta detrás de sí 7 y dijo:
—¡Por favor, hermanos míos, no hagáis tal maldad! 8 He aquí tengo dos hijas que todavía no han conocido varón: Os las sacaré, pues, y haced con ellas como os parezca; sólo que no hagáis nada a estos hombres, porque para esto han venido a la sombra de mi techo.
9 Ellos respondieron:
—¡Quítate de ahí! -Y añadieron-: Este vino aquí para residir como forastero, ¿y ahora habrá de erigirse como juez? Ahora te haremos a ti más daño que a ellos.
Forcejeaban mucho contra el hombre, contra Lot, y se acercaron para romper la puerta. 10 Entonces los hombres extendieron las manos, metieron a Lot en la casa con ellos y cerraron la puerta. 11 Y a los hombres que estaban junto a la puerta de la casa, los hirieron con ceguera, desde el menor hasta el mayor, de modo que se fatigaban por hallar la puerta.
12 Aquellos hombres dijeron a Lot:
—¿Tienes aquí a alguien más? Yernos, hijos, hijas; cualquiera que tengas en la ciudad, sácalos de este lugar. 13 Porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha llegado a ser grande delante de Jehovah. Por eso Jehovah nos ha enviado para destruirlo.
14 Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de casarse con sus hijas, y les dijo:
—¡Levantaos, salid de este lugar, porque Jehovah va a destruir la ciudad!
Pero a sus yernos les pareció que bromeaba. 15 Y al rayar el alba, los ángeles apremiaban a Lot, diciéndole:
—¡Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seas destruido con el castigo de la ciudad!
16 Cuando se detenía, los hombres tomaron su mano, la mano de su mujer y las manos de sus dos hijas, por la misericordia de Jehovah para con él. Lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. 17 Y después de haberlos sacado fuera, le dijeron:
—¡Escapa por tu vida! No mires atrás, ni te detengas en toda esta llanura. Escapa a la montaña, no sea que perezcas.
18 Lot le  dijo:
—¡Por favor, no, señor  mío! 19 He aquí que tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos y has engrandecido tu misericordia que has mostrado conmigo dándome la vida. Pero yo no podré escapar a la montaña, no sea que me alcance el mal y muera. 20 He allí esa ciudad está cerca para escapar allá, y es pequeña. Deja que escape allá y salve mi vida. ¿Acaso no es pequeña?
21 Le respondió:
—He aquí que también te he atendido  con respecto a este asunto. No destruiré la ciudad de la cual has hablado. 22 Date prisa y escapa allá. Nada podré hacer hasta que hayas llegado allí.
Por eso fue llamado el nombre de la ciudad Zoar.
23 El sol ya había salido sobre la tierra cuando Lot llegó a Zoar. 24 Entonces Jehovah hizo llover desde los cielos azufre y fuego de parte de Jehovah sobre Sodoma y Gomorra. 25 Y trastornó aquellas ciudades, toda la llanura con todos los habitantes de las ciudades y las plantas de la tierra. 26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se convirtió en una columna de sal.
27 Abraham se levantó muy de mañana, fue al lugar donde había estado delante de Jehovah 28 y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de la llanura. Y al mirar, he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno. 29 Y sucedió que cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó Dios de Abraham y sacó a Lot de en medio de la destrucción, al trastornar las ciudades donde Lot había estado. 


Las hijas de Lot conciben de su padre
30 Lot tuvo miedo de permanecer en Zoar y se fue de allí a la región montañosa, junto con sus dos hijas. Y habitaba en una cueva con sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo a la menor:
—Nuestro padre es viejo, y no queda ningún hombre en la tierra que se una a nosotras, como es la costumbre en toda la tierra. 32 Ven, demos de beber vino a nuestro padre, acostémonos con él y conservemos descendencia de nuestro padre.
33 Aquella noche dieron de beber vino a su padre. Luego entró la mayor y se acostó con su padre, pero él no se dio cuenta cuando ella se acostó ni cuando se levantó. 34 Y aconteció que al día siguiente la mayor dijo a la menor:
—He aquí yo me acosté anoche con mi padre. Démosle de beber vino también esta noche, y entra tú y acuéstate con él, y conservemos descendencia de nuestro padre.
35 También aquella noche dieron de beber vino a su padre. Luego fue la menor y se acostó con él, pero él no se dio cuenta cuando ella se acostó ni cuando se levantó. 36 Así concibieron de su padre las dos hijas de Lot. 37 La mayor dio a luz un hijo y llamó su nombre Moab,  el cual es el padre de los moabitas, hasta hoy. 38 La menor dio a luz un hijo y llamó su nombre Ben-amí,  el cual es el padre de los amonitas, hasta hoy.

Problemas de Abraham con Abimelec
20 Abraham partió de allí hacia la tierra del Néguev. Acampó entre Cades y Shur y residió en Gerar. 2 Abraham dijo de Sara su mujer: "Ella es mi hermana." Y Abimelec, rey de Gerar, mandó y tomó a Sara. 3 Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche y le dijo:
—He aquí que vas a morir por causa de la mujer que has tomado, la cual es casada.
4 Abimelec, quien todavía no se había acercado a ella, dijo:
—Señor, ¿acaso has de matar a la gente inocente? 5 ¿Acaso no me dijo él: "Ella es mi hermana", y ella también dijo: "El es mi hermano"? Con integridad de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto.
6 Dios le dijo en sueños:
—Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto. Yo también te detuve de pecar contra mí, y no te permití que la tocases. 7 Ahora pues, devuelve la mujer a su marido, porque él es profeta y orará por ti, y tú vivirás. Y si no la devuelves, ten por cierto que morirás irremisiblemente, tú y todos los tuyos.
8 Entonces Abimelec se levantó muy de mañana, llamó a todos sus servidores y dijo todas estas palabras a oídos de ellos. Y los hombres temieron mucho. 9 Después Abimelec llamó a Abraham y le preguntó:
—¿Qué nos has hecho? ¿En qué te he ofendido para que hayas traído sobre mí y sobre mi reino un pecado tan grande? Has hecho conmigo cosas que no debiste hacer. 10 -Dijo además Abimelec a Abraham-: ¿Qué has visto, para que hicieras esto?
11 Abraham respondió:
—Porque pensé: "Seguramente no hay temor de Dios en este lugar y me matarán por causa de mi mujer." 12 Y a la verdad, también es mi hermana. Ella es hija de mi padre, pero no de mi madre; así que la tomé por mujer. 13 Cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije a ella: "Este es el favor que tú me harás: En todos los lugares a los que lleguemos dirás de mí: ’El es mi hermano.’ "
14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, siervos y siervas; se los dio a Abraham y le devolvió a Sara su mujer. 15 Y le dijo Abimelec:
—He aquí mi tierra está delante de ti. Habita donde bien te parezca.
16 A Sara le dijo:
—He aquí que he dado 1.000 piezas  de plata a tu hermano. He aquí que esto constituye para ti y para todos los que están contigo una venda a los ojos. Así eres totalmente vindicada.
17 Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec y a su mujer y a sus siervas para que dieran a luz. 18 Porque Jehovah había cerrado por completo toda matriz en la casa de Abimelec a causa de Sara, mujer de Abraham.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Lectura de la Biblia en un año: Génesis 4 - 7 / RV Revisada

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
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Historia de Caín y Abel
4 El hombre conoció a Eva su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín.  Entonces ella dijo: "¡He adquirido un varón de parte de Jehovah!" 2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín labrador de la tierra.
3 Aconteció después de un tiempo que Caín trajo, del fruto de la tierra, una ofrenda a Jehovah. 4 Abel también trajo una ofrenda de los primerizos de sus ovejas, lo mejor  de ellas. Y Jehovah miró con agrado a Abel y su ofrenda, 5 pero no miró con agrado a Caín ni su ofrenda. Por eso Caín se enfureció mucho, y decayó su semblante. 6 Entonces Jehovah dijo a Caín:
—¿Por qué te has enfurecido? ¿Por qué ha decaído tu semblante? 7 Si haces lo bueno, ¿no serás enaltecido? Pero si no haces lo bueno, el pecado está a la puerta y te seducirá;  pero tú debes enseñorearte  de él.
8 Caín habló con su hermano Abel.  Y sucedió que estando juntos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató. 9 Entonces Jehovah preguntó a Caín:
—¿Dónde está tu hermano Abel?
Y respondió:
—No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?
10 Le preguntó:
—¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora pues, maldito seas tú, lejos de la tierra que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12 Cuando trabajes la tierra, ella no te volverá a dar su fuerza. Y serás errante y fugitivo en la tierra.
13 Caín dijo a Jehovah:
—¡Grande es mi castigo  para ser soportado! 14 He aquí que me echas hoy de la faz de la tierra, y me esconderé de tu presencia. Seré errante y fugitivo en la tierra, y sucederá que cualquiera que me halle me matará.
15 Jehovah le respondió:
—No será así.  Cualquiera que mate a Caín será castigado  siete veces.
Entonces Jehovah puso una señal sobre Caín, para que no lo matase cualquiera que lo hallase. 16 Así partió Caín de delante de Jehovah, y habitó en la tierra de Nod, al oriente de Edén.
Descendientes de Caín
17 Caín conoció a su mujer, y ella concibió y dio a luz a Enoc. Caín  edificó una ciudad a la cual llamó según el nombre de su hijo Enoc. 18 A Enoc le nació Irad. E Irad engendró a Mejuyael. Mejuyael engendró a Metusael. Y Metusael engendró a Lamec.
19 Lamec tomó para sí dos mujeres. El nombre de la una fue Ada; y el nombre de la otra, Zila. 20 Ada dio a luz a Jabal, quien llegó a ser el padre de los que habitan en tiendas y crían ganado. 21 El nombre de su hermano fue Jubal, quien llegó a ser padre de todos los que tocan el arpa y la flauta. 22 Zila también dio a luz a Tubal-caín, maestro  de todos los que trabajan el bronce y el hierro. Y la hermana de Tubal-caín fue Naama. 23 Entonces Lamec dijo a sus mujeres:
  "Ada y Zila, oíd mi voz.
  Oh mujeres de Lamec, escuchad mi dicho:
  Yo maté a un hombre, porque me hirió;
  maté a un muchacho, porque me golpeó.
  24 Si Caín ha de ser vengado siete veces,
  Lamec lo será setenta y siete veces."
Descendientes de Set
25 Adán conoció de nuevo a su mujer, y ella dio a luz un hijo y llamó su nombre Set,  diciendo: "Porque Dios me ha sustituido otro hijo  en lugar de Abel, a quien mató Caín." 26 A Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós.  Entonces se comenzó a invocar  el nombre de Jehovah.

5 Este es el libro de los descendientes  de Adán:
Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a semejanza de Dios. 2 Hombre y mujer los creó, y los bendijo. Y el día que fueron creados, llamó el nombre de ellos Hombre.
3 Cuando Adán tenía 130 años, engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. 4 Los años que vivió Adán después de engendrar a Set fueron 800, y engendró hijos e hijas. 5 Todos los años que vivió Adán fueron 930, y murió.
6 Cuando Set tenía 105 años, engendró a Enós. 7 Set vivió después de engendrar a Enós 807 años, y engendró hijos e hijas. 8 Todos los años de Set fueron 912, y murió.
9 Cuando Enós tenía 90 años, engendró a Cainán. 10 Enós vivió después de engendrar a Cainán 815 años, y engendró hijos e hijas. 11 Todos los años de Enós fueron 905, y murió.
12 Cuando Cainán tenía 70 años, engendró a Mahalaleel. 13 Cainán vivió después de engendrar a Mahalaleel 840 años, y engendró hijos e hijas. 14 Todos los años de Cainán fueron 910, y murió.
15 Cuando Mahalaleel tenía 65 años, engendró a Jared. 16 Mahalaleel vivió después de engendrar a Jared 830 años, y engendró hijos e hijas. 17 Todos los años de Mahalaleel fueron 895, y murió.
18 Cuando Jared tenía 162 años, engendró a Enoc. 19 Jared vivió después de engendrar a Enoc 800 años, y engendró hijos e hijas. 20 Todos los años de Jared fueron 962, y murió.
21 Cuando Enoc tenía 65 años, engendró a Matusalén. 22 Enoc caminó con Dios 300 años después de engendrar a Matusalén, y engendró hijos e hijas. 23 Todos los años de Enoc fueron 365 años. 24 Caminó, pues, Enoc con Dios y desapareció, porque Dios lo llevó consigo.
25 Cuando Matusalén tenía 187 años, engendró a Lamec. 26 Matusalén vivió después de engendrar a Lamec 782 años, y engendró hijos e hijas. 27 Todos los años de Matusalén fueron 969, y murió.
28 Cuando Lamec tenía 182 años, engendró un hijo, 29 y llamó su nombre Noé  diciendo: "Este nos aliviará de nuestras obras y de la penosa labor de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehovah maldijo." 30 Lamec vivió después de engendrar a Noé 595 años, y engendró hijos e hijas. 31 Todos los años de Lamec fueron 777, y murió.
32 Cuando Noé tenía 500 años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet.

Corrupción de la humanidad
6 Aconteció que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, les nacieron hijas. 2 Y viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran bellas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. 3 Entonces Jehovah dijo: "No contenderá para siempre mi espíritu con el hombre, por cuanto él es carne,  y su vida será de 120 años."
4 En aquellos días había gigantes en la tierra, y aun después, cuando se unieron los hijos de Dios con las hijas de los hombres y les nacieron hijos. Ellos eran los héroes que desde la antigüedad fueron hombres de renombre.
5 Jehovah vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón  era de continuo sólo al mal. 6 Entonces Jehovah lamentó haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehovah: "Arrasaré de la faz de la tierra los seres  que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo; porque lamento haberlos hecho." 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehovah.
Preparativos para el arca
9 Esta es la historia de Noé: Noé era un hombre justo y cabal en su generación; Noé caminaba con Dios. 10 Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. 11 La tierra estaba corrompida delante de Dios; estaba llena de violencia. 12 Dios miró la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne  había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Entonces Dios dijo a Noé: "He decidido el final de toda carne,  porque la tierra está llena de violencia por culpa de ellos. He aquí que los destruiré junto con la tierra. 14 Hazte un arca de madera de árbol conífero. Haz compartimentos al arca, y cúbrela con brea por dentro y por fuera. 15 Hazla de esta manera: de 300 codos  de largo, 50 codos  de ancho y 30 codos  de alto. 16 Hazle una claraboya  y termínala a un codo  de la parte alta. La puerta del arca estará a uno de sus lados. Construye también un piso bajo, uno intermedio y uno superior. 17 Porque he aquí, yo voy a traer un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en la cual hay aliento de vida debajo del cielo. Todo lo que hay en la tierra morirá. 18 Pero estableceré mi pacto contigo. Entraréis en el arca tú, tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. 19 De todo ser viviente, de toda carne, meterás en el arca dos de cada especie, para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra: 20 de las aves según su especie; del ganado según su especie; de todo animal que se desplaza en la tierra, según su especie. Dos de cada especie vendrán a ti para sobrevivir. 21 Toma contigo toda clase de alimentos para comer, y almacénalos para que te sirvan de comida a ti y a ellos."
22 Y Noé hizo conforme a todo lo que Dios le mandó; así lo hizo.

7 Entonces Jehovah dijo a Noé: "Entra en el arca tú, y toda tu familia, porque he visto que tú eres justo delante de mí en esta generación. 2 De todo animal limpio toma contigo siete parejas, el macho y su hembra; pero de los animales que no son limpios sólo una pareja, el macho y su hembra. 3 De las aves del cielo toma también siete parejas, macho y hembra, para preservar la especie sobre la faz de la tierra. 4 Porque después de siete días yo haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y arrasaré de la faz de la tierra todo ser viviente que he hecho."
5 Y Noé hizo conforme a todo lo que Jehovah le mandó. 


El diluvio
6 Noé tenía 600 años cuando vino el diluvio de aguas sobre la tierra. 7 Noé entró en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, por causa de las aguas del diluvio.
8 De los animales limpios y de los animales no limpios, de las aves y de todo lo que se desplaza sobre la tierra, 9 de dos en dos entraron en el arca con Noé, macho y hembra, como Dios había mandado a Noé. 10 Y sucedió que a los siete días vinieron sobre la tierra las aguas del diluvio.
11 El día 17 del mes segundo del año 600 de la vida de Noé, en este día fueron rotas todas las fuentes del gran océano y fueron abiertas las ventanas de los cielos. 12 Y hubo lluvia sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches. 13 En este mismo día entraron en el arca Noé, sus hijos Sem, Cam y Jafet, la mujer de Noé y las tres mujeres de sus hijos con ellos.  14 Entraron ellos y todos los animales según su especie, todos los animales domésticos según su especie, todos los animales que se desplazan sobre la tierra según su especie, todas las aves según su especie, y todo pájaro, todo lo que tiene alas. 15 Y vinieron al arca, a Noé, de dos en dos, de todos los seres que respiran. 16 Vinieron macho y hembra de todo animal, como Dios le había mandado. Y Jehovah le cerró la puerta.
17 El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra. Las aguas crecieron y levantaron el arca, y se elevó sobre la tierra. 18 Las aguas crecieron y se incrementaron tanto sobre la tierra que el arca flotaba sobre la superficie de las aguas. 19 Las aguas subieron tanto sobre la tierra que las montañas más altas debajo de todos los cielos fueron cubiertas. 20 Las montañas fueron cubiertas, y las aguas crecieron quince codos  por encima. 21 Y murió todo ser que se desplaza sobre la tierra, tanto las aves como el ganado, las fieras, los animales que se desplazan sobre la tierra y todos los hombres. 22 Murió todo cuanto tenía aliento de vida  en sus narices, todo lo que había en la tierra seca. 23 Así fue arrasado de la faz de la tierra todo ser viviente. Fueron arrasados de la tierra desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo. Sólo quedaron Noé y los que estaban con él en el arca. 24 Y las aguas prevalecieron sobre la tierra durante 150 días.
 


martes, 1 de octubre de 2013

Lectura de la Biblia en un año: Empezamos hoy - Génesis 1 -3 - Versión RV - Actualizada

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información

1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba sin orden y vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu  de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3 Entonces dijo Dios: "Sea la luz", y fue la luz. 4 Dios vio que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Dios llamó a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y fue la mañana del primer día.
6 Entonces dijo Dios: "Haya una bóveda en medio de las aguas, para que separe las aguas de las aguas." 7 E hizo Dios la bóveda, y separó las aguas que están debajo de la bóveda, de las aguas que están sobre la bóveda. Y fue así. 8 Dios llamó a la bóveda Cielos. Y fue la tarde y fue la mañana del segundo día.
9 Entonces dijo Dios: "Reúnanse las aguas que están debajo del cielo en un solo lugar, de modo que aparezca la parte seca." Y fue así. 10 Llamó Dios a la parte seca Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares; y vio Dios que esto era bueno. 11 Después dijo Dios: "Produzca la tierra hierba, plantas que den semilla y árboles frutales que den fruto, según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra." Y fue así. 12 La tierra produjo hierba, plantas que dan semilla según su especie, árboles frutales cuya semilla está en su fruto, según su especie. Y vio Dios que esto era bueno. 13 Y fue la tarde y fue la mañana del tercer día.
14 Entonces dijo Dios: "Haya lumbreras en la bóveda del cielo para distinguir el día de la noche, para servir de señales, para las estaciones  y para los días y los años. 15 Así sirvan de lumbreras para que alumbren la tierra desde la bóveda del cielo." Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para dominar en el día, y la lumbrera menor para dominar en la noche. Hizo también las estrellas. 17 Dios las puso en la bóveda del cielo para alumbrar sobre la tierra, 18 para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que esto era bueno. 19 Y fue la tarde y fue la mañana del cuarto día.
20 Entonces dijo Dios: "Produzcan las aguas innumerables seres vivientes, y haya aves que vuelen sobre la tierra, en la bóveda del cielo." 21 Y creó Dios los grandes animales acuáticos, todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas produjeron, según su especie, y toda ave alada según su especie. Vio Dios que esto era bueno, 22 y los bendijo Dios diciendo: "Sed fecundos y multiplicaos. Llenad las aguas de los mares; y multiplíquense las aves en la tierra." 23 Y fue la tarde y fue la mañana del quinto día.
24 Entonces dijo Dios: "Produzca la tierra seres vivientes según su especie: ganado, reptiles y animales de la tierra, según su especie." Y fue así. 25 Hizo Dios los animales de la tierra según su especie, el ganado según su especie y los reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios que esto era bueno.
26 Entonces dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra." 27 Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer  los creó. 28 Dios los bendijo y les dijo: "Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra." 29 Dios dijo además: "He aquí que os he dado toda planta que da semilla que está sobre la superficie de toda la tierra, y todo árbol cuyo fruto lleva semilla; ellos os servirán de alimento. 30 Y a todo animal de la tierra, a toda ave del cielo, y a todo animal que se desplaza sobre la tierra, en que hay vida, toda planta les servirá de alimento." Y fue así. 31 Dios vio todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno. Y fue la tarde y fue la mañana del sexto día.

2 Así fueron terminados los cielos y la tierra y todos sus ocupantes.  2 El séptimo día Dios había terminado la obra que hizo, y reposó  en el séptimo día de toda la obra que había hecho. 3 Por eso Dios bendijo y santificó el séptimo día, porque en él reposó  de toda su obra de creación que Dios había hecho. 4 Estos son los orígenes  de los cielos y de la tierra, cuando fueron creados.
El hombre en el jardín de Edén
Cuando Jehovah Dios hizo la tierra y los cielos, 5 aún no había en la tierra ningún arbusto del campo, ni había germinado ninguna planta del campo, porque Jehovah Dios no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para cultivarla. 6 Pero subía de la tierra un vapor  que regaba toda la superficie de la tierra.
7 Entonces Jehovah Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser viviente.
8 Y plantó Jehovah Dios un jardín en Edén, en el oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 Jehovah Dios hizo brotar de la tierra toda clase de árboles atractivos a la vista y buenos para comer; también en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
10 Un río salía de Edén para regar el jardín, y de allí se dividía en cuatro brazos. 11 El nombre del primero era Pisón. Este rodeaba toda la tierra de Havila, donde hay oro. 12 Y el oro de aquella tierra es bueno. También hay allí ámbar y ónice. 13 El nombre del segundo río era Guijón. Este rodeaba toda la tierra de Etiopía. 14 El nombre del tercer río era Tigris, que corre al oriente de Asiria. Y el cuarto río era el Eufrates.
15 Tomó, pues, Jehovah Dios al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivase y lo guardase. 16 Y Jehovah Dios mandó al hombre diciendo: "Puedes comer de todos los árboles del jardín; 17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás."
Creación de la mujer
18 Dijo además Jehovah Dios: "No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea." 19 Jehovah Dios, pues, formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría. Lo que el hombre llamó a los animales, ése es su nombre. 20 El hombre puso nombres a todo el ganado, a las aves del cielo y a todos los animales del campo. Pero para Adán  no halló ayuda que le fuera idónea.
21 Entonces Jehovah Dios hizo que sobre el hombre cayera un sueño profundo; y mientras dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehovah Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. 23 Entonces dijo el hombre: "Ahora, ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada Mujer,  porque fue tomada del hombre." 24 Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25 Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.

Desobediencia de la primera pareja
3 Entonces la serpiente, que era el más astuto de todos los animales del campo que Jehovah Dios había hecho, dijo a la mujer:
—¿De veras Dios os ha dicho: "No comáis de ningún árbol del jardín"?
2 La mujer respondió a la serpiente:
—Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3 Pero del fruto del árbol que está en medio del jardín ha dicho Dios: "No comáis de él, ni lo toquéis, no sea que muráis."
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer:
—Ciertamente no moriréis. 5 Es que Dios sabe que el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal.
6 Entonces la mujer vio que el árbol era bueno para comer, que era atractivo a la vista y que era árbol codiciable para alcanzar sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió. Y también dio a su marido que estaba con ella, y él comió. 7 Y fueron abiertos los ojos de ambos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron ceñidores.
8 Cuando oyeron la voz de Jehovah Dios que se paseaba en el jardín en el fresco  del día, el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehovah Dios entre los árboles del jardín. 9 Pero Jehovah Dios llamó al hombre y le preguntó:
—¿Dónde estás tú?
10 El respondió:
—Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, porque estaba desnudo. Por eso me escondí.
11 Le preguntó Dios:
—¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te mandé que no comieses?
12 El hombre respondió:
—La mujer que me diste por compañera, ella me dio del árbol, y yo comí.
13 Entonces Jehovah Dios dijo a la mujer:
—¿Por qué has hecho esto?
La mujer dijo:
—La serpiente me engañó, y comí.
14 Entonces Jehovah Dios dijo a la serpiente:
—Porque hiciste esto, serás maldita entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.
16 A la mujer dijo:
—Aumentaré mucho tu sufrimiento en el embarazo; con dolor darás a luz a los hijos. Tu deseo te llevará a tu marido,  y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo:
—Porque obedeciste la voz de tu mujer y comiste del árbol del que te mandé diciendo: "No comas de él", sea maldita la tierra por tu causa. Con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; 18 espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19 Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado. Porque polvo eres y al polvo volverás.
20 El hombre llamó el nombre de su mujer Eva,  porque ella sería la madre de todos los vivientes.
21 Luego Jehovah Dios hizo vestidos de piel para Adán  y para su mujer, y los vistió. 22 Y Jehovah Dios dijo:
—He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal. Ahora pues, que no extienda su mano, tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre.
23 Y Jehovah Dios lo arrojó del jardín de Edén, para que labrase la tierra de la que fue tomado. 24 Expulsó, pues, al hombre y puso querubines al oriente del jardín de Edén, y una espada incandescente que se movía en toda dirección, para guardar el camino al árbol de la vida.
 

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