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sábado, 8 de enero de 2011

Los Manuscritos de la Biblia: La Crítica Textual - Capacitación Ministerial para Obreros Cristianos

Los Manuscritos de la Biblia: La Crítica Textual - Capacitación Ministerial para Obreros Cristianos
 
 Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 5MB | 130 PÁGINAS | Idioma:Spanish | Categoría: Arqueología Bíblica
 Información 
Este Cuaderno propone una visita muy particular a la Biblia, digamos que a loque hay entre bastidores. El escenario son nuestras biblias, leídas con toda confianza; pero a veces con preguntas: ¿por qué estas diferencias de sentidoentre las traducciones?, ¿sobre qué textos hebreos o griegos trabajan los traductores? De ahí el deseo de ir a visitar los batidores del texto. En el momento del bautismo de Jesús, por ejemplo, ¿qué dice exactamente la voz del cielo? Las diferentes ediciones de la Biblia no se ponen de acuerdo. O, más
aún, ¿por qué faltan algunos versículos, como Mc 9,44 y 46; 11,26; Lc 17,36, etc.? Por el contrario, los curiosos pueden hacer descubrimientos en las notas de sus biblias, por ejemplo en Lc 6,5 ó 9,55.

A estas preguntas, y a muchas otras sobre el origen de los textos traducidos de nuestras biblias, han querido responder Philippe MERCIER (del Instituto  de Lyon) por lo que se refiere al Antiguo Testamento y Rosely-
ne DUPONT-Roc (del Instituto  de París) en cuanto al Nuevo. La materia es inmensa y a veces técnica, pero, gracias a su experiencia como profesores, ambos saben ser claros y decir lo esencial para iniciar en la crítica textual. Excepcionalmente, este Cuaderno contiene las fotografías de una docena de manuscritos, para concretar su existencia y dar una idea del trabajo de las personas que se dedican a la crítica textual.

Estas informaciones y reflexiones sobre los orígenes de los textos bíblicos y sobre su transmisión quizá parezcan un tanto difíciles a algunos. Que no olviden admirar la minuciosa fidelidad, el obstinado rigor y la veneración de la que han dado pruebas los escribas judíos y los copistas cristianos hacia estas Escrituras santas. Gracias a su trabajo podemos leer hoy los Libros inspirados, con las cicatrices de los dos milenios transcurridos.

No poseemos el documento original del texto bíblico. Los «originales» hebreos o griegos del Antiguo y del Nuevo Testamento desaparecieron hace mucho tiempo, y nos encontramos en presencia de numerosas copias manuscritas de fechas diversas y de calidad extraordinariamente variable: los testigos.

Sin embargo, comparado con cualquiera de los textos griegos clásicos, el Nuevo Testamento se encuentra en una situación sorprendentemente favorable. Los manuscritos más antiguos de Platón (428-347) se remontan al siglo IX de nuestra era; y aunque algunos fragmentos de papiro de los siglos 11 o 111 han cambiado la investigación, aún nos separan seis a siete siglos de la puesta por escrito del texto platónico. En el terreno latino, el mejor de los casos lo tenemos probablemente en Virgilio (70-19 a.C.), cuyo manuscrito más antiguo se remonta al siglo VI.

Ahora bien, los manuscritos más antiguos del Nuevo Testamento, conocidos desde el Renacimiento, se remontan a los siglos IV-V (el Alejandrino es del siglo V, el Vaticano data del siglo IV). Después, los papiros, desconocidos en el siglo XIX, han abierto perspectivas insospechadas: muchas veces fragmentarios, pero extremadamente antiguos, su lista no deja de alargarse. El papiro más antiguo del Nuevo Testamento conocido hasta ahora, el p52, fue publicado en 1'935. Contiene un fragmento de Juan (18,31-33.37-38) y data probablemente de los años 125-130, o sea, apenas cuarenta años después de la puesta por escrito de este evangelio (cf. p. 50).
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